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Un vigilante de Baiona denuncia a furtivos por golpearle la cabeza

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera BAIONA /LA VOZ

SOMOS MAR

Fue atacado con sendas raspas de acero y necesitó 7 puntos de sutura en el hospital de Vigo

15 ago 2017 . Actualizado a las 17:54 h.

Un vigilante de la cofradía La Anunciada de Baiona fue atendido ayer en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo después de haber sido atacado por un joven que extraía percebe en una zona para la que no contaba con autorización.

El vigilante, Xosé Lourenzo, recibió siete puntos de sutura en la cabeza después de ser golpeado con la punta de acero de uno de los aperos que se utilizan para rascar la roca y recoger el marisco.

El denunciante relató a la Guardia Civil que se encontraba trabajando junto a otros tres compañeros vigilando el litoral de Baiona. Sobre las seis de la mañana descubrió en la zona que tenía asignada en Cabo Silleiro a dos hombres que habían estado extrayendo percebe desde la una de la madrugada. En este lugar no se puede coger en estas fechas el marisco por un acuerdo al que ha llegado la dirección de la cofradía en el plan de explotación.

El vigilante había permanecido toda la noche de guardia y descubrió trabajando de forma clandestina a los dos marineros, padre e hijo, que están dados de alta en la cofradía e incluso el padre es miembro de la directiva del pósito. «Cuando llegué a su altura agarré al padre para evitar que escapase mientras venía la Guardia Civil a hacerse cargo de la mercancía intervenida. En ese momento su hijo me golpeó en la cabeza con la raspa y me abrió una brecha», relató Lourenzo, quien añadió que si no llega a ser por sus compañeros que acudieron en su defensa el incidente podría haber sido más grave.

Tras el percance, los furtivos huyeron y el hombre tuvo que ser trasladado al centro de salud donde «no había hilo para suturar ni grapas para cerrar la herida», explicó el herido. Por eso motivo fue derivado al hospital de Vigo, donde fue atendido a lo largo de la mañana.

La Guardia Civil ha abierto diligencias por estos incidentes. El marisco incautado son 52 kilos y podría haber alcanzado en el mercado negro un valor superior a los mil euros. Los denunciados por cometer presuntamente estos hechos han sido identificados como A. D. B, de 47 años y J. D. L., de 21. Ayer por la tarde tuvieron que prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil de Baiona.

En la cofradía de Baiona hay 150 mariscadores y, según fuentes de los vigilantes, solo se producen problemas con el comportamiento de cuatro personas. No es la primera vez que A. D. B. es sorprendido en zona prohibida, dijeron fuentes del colectivo de vigilantes. De hecho, ya se han producido otras actuaciones que hicieron que esta persona fuera sancionada y apartada durante un año, durante el que fue sorprendida en tres ocasiones cogiendo marisco de forma ilegal y regresó hace poco al pósito.