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La Policía Autonómica desmantela una depuradora clandestina en Boiro

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro SEVILLA RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

monica ferreiros

En la operación se han investigado a 14 personas, de las que seis fueron detenidas

12 jul 2017 . Actualizado a las 08:07 h.

La Policía Autonómica ha dado un nuevo golpe contra el furtivismo en la comarca de Barbanza. Después de varios meses de trabajo, en una nueva operación, que todavía sigue en curso, han sido investigadas 14 personas presuntamente implicadas con la extracción ilegal de marisco en los arenales de la localidad coruñesa de Boiro. De estas, seis han sido arrestadas, entre las que se encuentra el supuesto propietario de una depuradora clandestina, que ha sido desmantelada, y que todo apunta que se encontraba en un garaje de la parroquia boirense de Abanqueiro.

Por el momento no se descarta que la lista de investigados en el caso aumente en las próximas fechas. Los trabajos de seguimiento, que ya habían arrancado en primavera, obligaron a los agentes a hacer guardia en los arenales barbanzanos durante 24 horas. Según trascendió, con excepción del presunto dueño de la depuradora, el resto de los investigados, que prácticamente todos son vecinos de Barbanza, supuestamente se dedicaban a extraer marisco de forma ilegal de las concesiones de la cofradía de Cabo de Cruz.

Una vez que reunían el material se dirigían a la citada depuradora clandestina, que teóricamente no cumplía con los requisitos legales, tanto a nivel legal como sanitario. El destino del marisco no está claro, ya que al carecer de documentación, desde la Policía Autonómica fue prácticamente imposible seguirle la pista, más todavía cuando el dinero de su venta teóricamente no era declarado, además de no contar con las garantías sanitarias propias del bivalvo, que si garantiza la trazabilidad del producto.

Sin cifras precisas

Lo que tampoco está definida es la cantidad de marisco que ha podido llegar a pasar por esta depuradora ilegal, aunque, tal y como afirman los asociados de la propia cofradía de Cabo de Cruz, un furtivo puede llevarse entre 10 y 50 kilos en un solo día. Si se tienen en cuenta que los mariscadores ilegales estuvieron trabajando durante meses se podría alcanzar una cifra muy elevada.

La vicepatrona de la cofradía de Cabo de Cruz, Susana Silva, cuya asociación está directamente afectada por el furtivismo, agradeció el trabajo realizado por la Policía Autonómica: «Es una gran noticia. Hay que ir más allá del propio furtivo. Debemos centrarnos en la raíz del problema, ya que controlarlos, sobre todo en verano, se está haciendo cada vez más complicado. Estamos llegando al momento que esto ya parece habitual».

Sobre el perjuicio económico que sufren sus asociados ante depuradoras ilegales, Silva aseguró que «es incalculable. Es una sangría continua. La ley tiene que comenzar a dar sus frutos. No puede ser que un mariscador que está dado de alta y que intenta trabajar legalmente se vea perjudicado de esta manera. Para los furtivos no hay cupos ni días de trabajo, son todo beneficios».

Sobre los problemas que les causa un furtivismo cada vez más profesionalizado, asegura que «nos está llevando a que las playas dejen de dar marisco. Tenemos que hacer un trabajo que ellos nos tiran por tierra. Por eso son tan importantes operaciones como la de la Policía Autonómica», concluyó.