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La flota gallega desembarca en Bruselas en busca de más cuotas y apoyos

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

Denuncia las estrecheces de la nueva política comunitaria de pesca y la falta de flexibilidad de un reglamento poco claro y estricto

06 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La pesca de bajura, de gran altura, pasando por la del Gran Sol, el arrastre de litoral y palangreros. Todos desembarcaron ayer en Bruselas como parte de la última ofensiva de tres días que emprenderá el sector por tierras belgas para obligar a la UE a atender sus demandas.

La flota está inquieta y teme por el futuro de su actividad. No solo por los hachazos consecutivos que año tras año acomete a UE a sus posibilidades de captura. Los pescadores denuncian las estrecheces de la nueva política comunitaria de pesca (PCP) y la falta de flexibilidad de un reglamento poco claro y tremendamente estricto. Y lo hacen a una semana de que los ministros de Pesca emprendan las negociaciones más arduas y tensas del año para fijar las cuotas para el 2017. 

Representantes de los armadores de Burela y de Ribeira, portavoces del puerto de Celeiro, de las federaciones de cofradías de A Coruña, Lugo, Pontevedra y Galicia, de la cooperativa de armadores de Vigo (ARVI), entre otros, se vieron las caras ayer con el director general de Pesca, João Aguiar, a quien le fueron exponiendo con pelos y señales todos los problemas por resolver. Una cita previa a su visita a la Eurocámara, de la mano del eurodiputado del PP Francisco Millán Mon.

El consenso entre el sector es absoluto. Temen que la prohibición de descartar capturas acabe asfixiando a la flota, orientada fundamentalmente a las pesquerías multiespecie. «Estableceuse a obriga de costas ao sector. Teremos problemas. Eles mesmos recoñeceron que hai problemas para os que non teñen solución», denunció la directora gerente de la OPP-Lugo, Mercedes Rodríguez. El presidente de la federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo, expuso ante Aguiar el problema que supone la escasa cuota disponible para las denominadas «especies de estrangulamiento», aquellas que obligan a una embarcación a paralizar su actividad cuando superan el ínfimo cupo de capturas que disponen: «Nunha flota como a nosa a marea dunha embarcación son raias, chocos, lenguados... Que pasa se está pechada unha especie ou non temos cota, quedaremos amarrados a terra?».

Más cuota 

En la lista de deseos del sector se repite siempre un clásico: más cuotas. La demanda cobra más actualidad que nunca por el estrecho corsé que se ha impuesto al sector para conseguir el rendimiento máximo sostenible (RMS) lo antes posible. Para Mercedes Rodríguez es fundamental que los ministros abran la mano con el jurel del Cantábrico, la xarda, especies demersales del caladero nacional, la merluza, el gallo y las cigalas. «Coa situación de moitas flotas, a redución levaríanos ao desguace», advirtió Fajardo. 

Flota artesanal

Doce metros de eslora. Ese es el límite que impondrá la UE para encuadrar a una embarcación artesanal. Algunos buques gallegos de 14 metros que van al pulpo y vuelven en el mismo día, no entrarán en esa categoría. «O que pedimos é que ese límite de flota artesanal non estea na eslora senón na arte á que se dedica a embarcación», indicó Tomás Fajardo.