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Dos grupos de Noia y Boiro, acusados de robar almeja en Cabo y venderla en Carril

javier romero / f. fernández RIBEIRA, REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

La segunda mayor operación del año contra el furtivismo se salda con diez investigados

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La trama de furtivos desarticulada por la policía autonómica, en colaboración con el servicio de Gardacostas de la Xunta, que extraían ilegalmente almeja en las playas de Cabo de Cruz (Boiro) para venderlas luego en Carril (Vilagarcía) es, por ahora, la segunda mayor operación contra el furtivismo de este año. De momento, porque fuentes de la investigación no descartan que los diez detenidos en distintos puntos de la ría de Arousa se conviertan en más. La primera en el ránking, desarrollada en abril pasado, se saldó con una treintena de investigados y una depuradora implicada, por llevar almeja desde la ría de Ferrol a Cambados.

Esta última trama de furtivos que actuaban en Cabo de Cruz estaría integrada, al parecer, por dos grupos organizados de ilegales procedentes de Boiro y de Noia que harían incursiones frecuentes en los bancos marisqueros para esquilmar los recursos y extraer almeja de forma masiva para venderla en Carril. La presunta receptora de la mercancía, que también fue detenida, es Rosario Maneiro, presidenta de una de las dos organizaciones de parquistas que hay en la localidad pontevedresa e integrante, además, de la xunta xeral de la cofradía.

De momento se desconoce si existen más personas implicadas en la trama. Las detenciones se produjeron durante varios registros en domicilios y en negocios de la zona.

Los agentes llevaban meses tras la pista y se desconoce la cantidad de marisco ilegal que llegaron a colocar en el mercado los furtivos, pero en la operación del martes se incautaron de 161 kilos de almeja japónica y 3 de berberecho, según confirmó la Consellería do Mar. El marisco fue resembrado en las concesiones de Rianxo, Cabo de Cruz y Vilagarcía, añadió el departamento autonómico. 

Otros diez interrogados

Fuentes de la investigación explicaron que, además de los diez detenidos, la policía tomó declaración en la comisaría de Ribeira a al menos otras diez personas más. La trama investigada la instruye el juzgado número 1 de la capital del Barbanza.

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, felicitó a los agentes de los cuerpos que participaron en el operativo -entre los que incluyó a los guardapescas de las cofradías- «polo traballo calado desenvolvido durante moito tempo». También recordó que este tipo de operaciones no solo buscan «pelear contra os furtivos que van ás praias, senón tamén romper toda a cadea de comercialización que xeran».

Quintana reconoció que el desmantelamiento de la trama «déixame un sabor agridoce, porque costa recoñecer que aínda existe xente que se dedica a roubar o produto co que traballa unha inmensa cantidade de profesionais. É algo desagradable». Pero, por otro lado, «me satisface cando se acadan estes bos resultados cando se traballa en equipo». La conselleira deseó que caiga todo el peso de la ley contra los furtivos y que la reforma del código penal -que considera delito esas prácticas ilícitas contra los recursos marisqueros- logre evitar que estos ilegales bajen a las playas a esquilmar los recursos.

Por su parte, el presidente de la Federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo, felicitó a las fuerzas del orden por desmantelar una trama de furtivos «que tanto dano fan ao sector extractivo». Destacó que desde la entrada en vigor de la reforma del Código Penal, hace año y medio, «temos a sensación de que, en xeral, baixou esa actividade ilegal», aunque matizó que ese cambio legal no había logrado resolver las incesantes incursiones de los ilegales en Cabo de Cruz y bancos de Arousa.

Ochenta detenidos este año por esquilmar los recursos

Vicepresidencia de la Xunta, de la que depende la policía autonómica, informó de que este año se han efectuado 81 detenciones por practicar furtivismo. La mitad de ellos se produjeron solo en las dos grandes operaciones del 2016, la desarrollada en abril entre Ferrol y Cambados, con una treintena de investigados, y la que se acaba de desplegar entre Boiro y Carril, con diez.

Hasta el verano del 2015, robar los recursos marisqueros estaba considerado como una falta administrativa. Desde entonces, tras la reforma del Código Penal, es un delito penado incluso con cárcel para casos de reincidencia.

Pero, año y medio después, ningún ilegal ha ingresado en prisión en Galicia. Hasta el momento se han emitido dos sentencias contra otros tantos furtivos que los condenan a no pisar durante seis meses las playas de Boiro. Además de ser reincidentes, ambos tienen un historial de episodios de violencia contra los vigilantes de la cofradía de Cabo de Cruz. Esa localidad del concello de Boiro es la más azotada por los furtivos. Las mariscadoras de a pie de ese pósito (125) están acostumbradas a cruzarse con ellos, incluso de día, sin poder hacer gran cosa contra ellos, salvo avisar a los agentes autonómicos.

Las mariscadoras declinaron pronunciarse ayer sobre la operación en Boiro y Carril hasta que no concluya completamente.

Las últimas estadísticas oficiales sobre expedientes abiertos contra mariscadores ilegales en Galicia hablan de que el 80 % de los 3.021 actas levantadas este año se hicieron en Boiro. Este municipio lleva liderando el ránking de intervenciones contra los ilegales desde el 2013.