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Portugal tira las sardinas por la ventana

begoña íñiguez LISBOA / E. LA VOZ

SOMOS MAR

Emiliano Mouzo

Lisboa festeja la popular fiesta de San Antonio, como el San Juan gallego, con abundancia de la especie capturada en aguas lusas que se vende a 7 euros el kilo

13 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La capital portuguesa celebra estos días sus fiestas populares, en memoria de San Antonio de Padua, que nació aquí en 1195 y pasó los últimos años de su vida en la ciudad italiana. Con prácticamente un 100 % de ocupación hotelera y multitud de turistas de todo el mundo, la protagonista indiscutible de los santos populares, como se conoce la fiesta, sigue siendo la sardina. Aunque a diferencia del año pasado, y del 2014, «su precio no se ha disparado en las lonjas y en los mercados del área metropolitana de Lisboa estos días», confirma José Apolinario, secretario de Estado de Pesca del Ministerio del Mar y anteriormente presidente de Docapesca. El motivo, avanza, «es que en mayo se han capturado en Portugal más de 1.700 toneladas de sardinas, bastante más que en mayo del 2015». Además, según los datos que maneja el Ministerio del Mar, los 10 primeros días de junio se duplicó la captura de sardina en aguas territoriales lusas, aunque no hay datos oficiales.

La demanda de la especie se dispara estos días en Lisboa, «pero como tenemos mucha más que en años anteriores, de mejor calidad y tamaño, su precio no está aumentando mucho, sube un poco, como es normal», afirma el secretario de Estado de Pesca. De hecho, la víspera de San Antonio del 2015, la sardina fresca se vendía en los mercados de Lisboa a una media de 8 euros el kilo. Un año después, su precio ha bajado ligeramente, situándose entre los 6 y los 7 euros kilo. Aunque en las grandes superficies, y en una popular cadena de supermercados portuguesa, se puede comprar sardina fresca estos días por 3 euros kilo e incluso menos. La vendedora de uno de estos supermercados confiesa que «no ganamos con estos precios, pero la política de nuestra empresa es bajarlos mucho en los productos estrella, como la sardina, y mantenerlos en otros que dan más beneficio para atraer al cliente». Preguntada sobre la procedencia de las sardinas, la vendedora confiesa que «están llegando muchas de España, aunque también nos han traído bastante portuguesa».

Menos sardina congelada

Los pescadores portugueses no se han cansado de denunciar durante los últimos años la cada vez más numerosa utilización de la sardina congelada en los arraiales, las sardiñadas populares que se desarrollan entre ayer y hoy (12 y del 13 de junio), en los principales barrios de Lisboa. Sin embargo, José Apolinario desvela que «los pescadores están mucho más optimistas este año porque está naciendo mucha sardina en nuestras costas, lo que no ocurrió en el 2014 y el 2015, y es de mejor calidad». Apolinario confiesa que «por ello, estas fiestas los hosteleros están comprando más sardina fresca y menos congelada» porque, aclara, «no hay mucha diferencia en el precio». Añade el secretario de Estado luso de Pesca que «los precios no han caído mucho, a pesar de la feroz competencia de las grandes superficies».

El secretario de Estado luso de Pesca reafirma la colaboración con España

El secretario de Estado luso de Pesca avanza que su país quiere colaborar con el Gobierno español para conformar un frente común y pelear unidos por conseguir más cuota conjunta de sardina, una especie clave para la flota gallega de cerco, entre otras. José Apolinario adelanta que «vemos a España como un aliado y no como un competidor en este tema». Y, añade: «Ambos países aguardamos con optimismo la próxima reunión de la Organización Internacional para la Explotación del Mar, ICES, en la que se puede decidir el aumento de nuestra cuota conjunta, de España y Portugal, en la pesca de la sardina».

Apolinario ve factible que ya este año la cuota ibérica, de la cual un 68 % corresponde a Portugal, y un 38 % a España, ascienda de las 14.000 toneladas actuales hasta las 19.000. «Los dos gobiernos luchamos por el mismo objetivo, y así debe ser, ya que nuestra sardina es la mejor del mundo», subraya Apolinario.

Ambos países acordaron en agosto del 2014 explotar un plan de gestión conjunto de esta especie vital para las flotas pesqueras de ambos países. En principio, el acuerdo es mantener este modelo hasta el 2018, aunque se revisa continuamente debido a la escasez del stock.