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El Seprona investiga si en Barallobre se vendía marisco con alta toxicidad

C. elías, c. lópez, e. abuín FENE / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSÉ PARDO

Los cuatro detenidos de la cofradía fueron puestos en libertad a la espera de declarar

22 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Falsedad documental, contra la salud pública y contra la hacienda pública. Eso son los tres presuntos delitos, explicó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por los que se sigue la causa contra cuatro miembros de la Cofradía de Pescadores de Barallobre, una investigación que se mantiene bajo secreto de sumario.

El miércoles agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Seprona, y representantes de la Agencia Tributaria irrumpieron en la sede de la cofradía fenesa a las diez de la mañana, en un registro que duró más de siete horas y se saldó con cuatro detenidos. Los agentes requisaron material de la sede del pósito y también registraron el ordenador personal de alguno de los apresados. Como resultado de este proceso fueron arrestados y pasaron la noche en el cuartel de la comisaría de la Guardia Civil coruñesa en Lonzas el patrón mayor de la entidad, Carlos Rey; el biólogo, Joam Luis Ferreiro; el secretario, David Pita, y el subastador, Pablo Barcia.

Su derecho a no declarar

Cerca de las once y media de la mañana de ayer fueron puestos en libertad a la espera de declarar ante el juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol, ya que habían pasado a disposición del juzgado de instrucción número 2, en funciones de guardia. «Se acogieron a su derecho a no declarar porque lo harán en su momento en el juzgado que corresponde», explicó el abogado Jorge Vázquez Vila tras salir de las dependencias los detenidos.

El letrado apuntó que, al estar la investigación bajo secreto de sumario, no sabrán más sobre el proceso hasta que la magistrada les comunique de forma pormenorizada los indicios, aunque precisó que, «lógicamente, entendemos que ilegalidad no se ha cometido ninguna por parte de ellos». Fuentes próximas al proceso apuntaron a que el Seprona investiga una posible actividad de marisqueo ilegal, alta toxina en los bivalvos y problemas con las guías que establece la Xunta para seguir el género.

Abrazos ante los juzgados

El apoyo fue unánime entre el centenar de compañeros y mariscadores que han ido acompañando a los acusados en todo este proceso, primero durante el largo registro de más de siete horas. Y ayer optaron por no salir a faenar y se acercaron hasta las dependencias judiciales en la ciudad en señal de apoyo a los cuatro compañeros.

A la salida de los juzgados se vivieron momentos de gran emotividad con los abrazos, primero de la familia y después de los compañeros y amigos, y bajo una marea de aplausos y gritos de «¡Ole!» y «¡Ánimo!».

Esta investigación ha caído por sorpresa no solo en la propia cofradía, sino entre el mismo sector. «Cremos que hai un fondo político. Na ría de Ferrol as confrarías estaban denunciando os problemas e que é inviable. Isto é un escarmento», denunció el coportavoz comarcal de la CIG, Xesús Anxo López Pintos.

Se les acusa de delitos contra la salud, la hacienda pública y falsedad documental

Cofradía y Consellería do Mar se culpan mutuamente

Tras salir del juzgado, y una vez puesto en libertad, el biólogo de la Cofradía de Barallobre, Joam Luis Ferreiro, apuntó como responsables de los problemas del marisqueo directamente a la Consellería do Mar. Se mostró preocupado con la acusación de «poñer marisco de zona B estando contaminado como o de zona C; a min é o que me parece o máis grave». «Quen dá as autorizacións para traballar sabe o que está facendo, os mariscadores van a onde lles dan autorización, e nos recollemos o bivalvo que traen e comercializamos o marisco para o que temos autorización. Se non dan ben as analíticas por algo será», incidió. Unas declaraciones a las que se sumaron el resto de mariscadores concentrados, que vitorearon sus palabras. Con respecto a la acusación de posible falsedad contable, dijo que «non ten nin pes nin cabeza; non existen dúas contas, é mentira e xa se demostrará».

Destacó el «bo trato» de la Guardia Civil en el registro, pero lamentó lo ocurrido. «Gustaríame que eles -por los dirigentes de la consellería- pasaran polo que pasamos nós, porque son os responsables disto, non somos nós. Eu son o biólogo, me limito a facer mostraxes e evidentemente sei o que hai. Pero tamén teño unha cláusula de confidencialidade que teño que cumprir e implica que non podo dicir determinadas cousas. Pero esas cousas xa están en coñecemento do xulgado e xa actuará».

Bateas de reinstalación

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, aseguró que la Administración «está cumprindo a raxatabla cos informes e o seguimento que temos que facer; hai moitas confrarías que están traballando coas bateas de reinstalación e non houbo nunca problema con ningún produto. Hai que ter coidado co que se di e como se di». Quintana destacó que son los propios pósitos «os que teñen que facer o control de que os seus socios traballan nas zonas autorizadas e, cando estamos a falar de molusco procedente de zonas C, a única posibilidade de que chegue a o consumidor é ben despois de estar nunha zona de reinstalación ou de ir a unha industria de transformación».