Patrocinado porPatrocinado por

Europa ensalza el salto de España en el control integral de la pesca

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Oscar Vazquez

Las «Sparrow» destaparon un enorme abanico de empresas fantasma

11 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sostenibilidad, fin de la pesca ilegal, lucha contra el desperdicio y garantizar la seguridad alimentaria para los 8.000 millones de personas que en el 2030 poblarán el planeta. Fueron las cuestiones más repetidas durante el congreso de la FAO que se celebró en Vigo. Un foro internacional de agentes pesqueros de los que ayer aún se escucharon ecos, pues se cerró con un diálogo sobre los beneficios del empleo decente en pesca y el cultivo de peces y un taller sobre la percepción pública de la acuicultura.

Pesca IUU

En el punto de mira. Sin duda, la batalla contra la pesca ilegal fue la cuestión más manida, no en vano constituye una de las principales amenazas para la sostenibilidad de los océanos. No solo sisa a los pescadores legales 10.000 millones de dólares al año, como calcula EE. UU., sino que tira por tierra todas las previsiones y cálculos de pesca y de mercado, como advirtió Matthew Camilleri, oficial de Pesca de la FAO. No fueron pocas las veces en las que salió a relucir en el foro el esfuerzo que España ha desplegado contra esta lacra. «España es el Estado miembro que más ha avanzado en esta lucha», certificó Pascal Savouret, director de la Agencia Europea de Control de la Pesca en Vigo. Este destacó que cualquier sistema de control debería ser ágil para adaptarse a distintas situaciones y enfocarse hacia la gestión de riesgos, con una buena red de datos y aplicando inteligencia sobre los mismos.

El salto de España

Un enfoque integral que tuvo éxito. El subdirector general de Control e Inspección Pesquera, Héctor Villa, destapó en el foro el secreto que ha hecho que España escale hasta lo alto del podio en materia de vigilancia de la pesca, un esfuerzo aplaudido a nivel internacional pero que ha desatado fuertes críticas a nivel nacional, ya no por la presión sino por la desorbitada cuantía de las multas. Villa explicó que el quid está en el enfoque integral que han aplicado en la lucha contra la pesca ilegal y que ha requerido, además de un compromiso por parte de todos, base jurídica suficiente -y ahí está la reforma de la Ley de Pesca-, capacidad y medios, sobre todo de análisis e investigación y colaboración entre Administraciones y países. Todo eso permitió los éxitos de las dos operaciones Sparrow, que, según Villa, ha desvelado que «existe un enorme abanico de empresas fantasma en la pesca cuya vinculación puede estar en un lugar lejano».

Puntos calientes

Sofisticada tecnología contra los piratas. La importancia de aplicar la inteligencia y de aprovechar el uso de las nuevas tecnologías en la tarea de erradicar la pesca ilegal fue algo que defendieron en el foro tanto Marta Marrero, del grupo conservacionista PEW, como Williams Gibbons, director de Conservación Marina de EE.?UU. Ambos presentaron sus iniciativas, Eyes of the seas y Sea Scouts, respectivamente, de gran sofisticación tecnológica para rastrear e identificar a los piratas. Gibbson abogó también por realizar un estudio para determinar puntos calientes donde el riesgo es mayor.

Dos velocidades

El punto débil. Una pregunta del público dejó en evidencia que hay debilidades en esa lucha contra la piratería. Se planteó con el caso del Thunder, un buque pirata con bandera de Nigeria detectado por Australia en sus aguas y que acabó sus días frente a Santo Tomé y Príncipe. El ponente, de nacionalidad nigeriana, relató que el pabellón del Thunder era falso y Australia pidió permiso a Abuya para abordar y arrestar el barco, pero Nigeria no lo podía dar. «¿Cómo pudo llegar de Australia a Santo Tomé sin que nadie lo detuviese?». La necesidad de ayudar en la materia a países en desarrollo quedó patente.

Con los descartes podrían comer 180 millones de personas

Al mundo no le queda otra más que ir hacia la desaparición del descarte en la pesca. Esas capturas que se desechan por su pequeño tamaño, por su valor comercial o, también hay que decirlo, porque así dice la ley que hay que hacer cuando no se tiene cuota. Petri Suuronen, oficial de la industria pesquera de la FAO puso cifras a ese desperdicio: «Si todos los descartes se utilizasen como alimento se podría alimentar a casi 180 millones de personas», dijo.

La UE ya ha emprendido el camino hacia la erradicación de los descartes. En el 2019, todo lo que se pesca tendrá que ser desembarcado. La forma en que lo ha abordado Europa, sin cerrar todos los frentes como el de las pesquerías mixtas y sin variar una legislación que alentaba el desperdicio, tiene de los nervios a la flota española, que es plenamente consciente de que hay que poner fin a esas prácticas.

Y si en el lado este del Atlántico están inquietos, en Argentina, la Federación de Capitanes y Oficiales de Pesca, claman por que su Gobierno y el mundo pisen el acelerador. Aunque Argentina ha dado pasos al prohibir el descarte en la captura de langostino, a los oficiales pesqueros no les parece suficiente y reclaman a políticos y empresarios un mayor ritmo en el camino hacia el descarte cero. Jorge Frías, secretario general de la agrupación llamó la atención sobre que el descarte es desperdicio de alimento y de esfuerzo laboral: «Y lo que desperdiciamos no es solo pescado, es alimento que el mundo necesita», señaló el capitán de pesca al dirigirse a los ponentes del foro.

Y tanto. Según Suuronen, en la pesca de langostino se descarta entre 3 y 15 veces más que la especie objetivo, lo que puede arrojar una media de 3,6 millones de toneladas.