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Agricultura acecha al menos a dos empresas en el golpe a la pesca pirata

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un coche patrulla, apostado en las inmediaciones de la que eran las oficinas de Vidal Armadores
Un coche patrulla, apostado en las inmediaciones de la que eran las oficinas de Vidal Armadores MARCOS CREO

Inspeccionó locales en A Coruña, Boiro y Ribeira, y no descarta más registros

13 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Exhaustivo, minucioso y, sobre todo, largo. Si tiene éxito, está por ver. Durante más de 24 horas se prolongó el registro en las antiguas oficinas de Vidal Armadores, en Ribeira, para comprobar si esta compañía pesquera está al final de esa maraña de sociedades pantalla y empresas interpuestas que dan cobertura jurídica y logística a los pesqueros pirata que operan en el océano Antártico. Vidal Armadores es el nombre que ha trascendido de la operación que el Ministerio de Agricultura ha bautizado como Sparrow, pero no es, desde luego, la única que ha sido objeto de los registros que los funcionarios del servicio de inspección pesquera han realizado en locales de A Coruña, Boiro y Ribeira. Las sospechas recaerían en, al menos, otra armadora más, también con sede en Ribeira, y que acumula asimismo un importante historial de avistamientos y procesos por pesca ilegal.

Antecedentes

Los servicios de control e inspección de la Secretaría General de Pesca del ministerio llevaban varios meses investigando las actividades, antecedentes, responsables, así como los posibles vínculos con España de varios buques que figuran en la lista negra de la Comisión para la Conservación de los Recursos Mariños Vivos de la Antártida (CCAMLR). Ayer reveló en un comunicado el nombre de esos pesqueros piratas, que coinciden con los que ya habían avanzado Nueva Zelanda, Australia y los ecologistas que hacen campaña en el Antártico. Se trata del Kunlun, el Songhua y el Yongdin, que el mismo ministro de Exteriores neozelandés vinculó a la ribeirense Vidal Armadores. Los otros dos que cita son el Seabull, y el Thunder, que hoy sumaría ya 86 días de acoso por parte del Bob Barker, uno de los buques de la organización ecologista Sea Shepherd, que ha lanzado su particular operación contra la pesca ilegal en el océano austral.

Según Agricultura, todos esos buques tratan de amparar sus actividades ilegales en la utilización de pabellones de conveniencia y realizando constantes cambios de nombre y bandera, además de operar a través de sociedades pantallas domiciliadas, muchas de ellas, en terceros países.

Filiaciones y banderas

Para muestra, un botón: el Seabull al que alude el ministerio navega ahora como Itziar II, que es precisamente la filiación que aparece en la lista de CCAMLR. Y al Kunlun, apresado por Australia, se le ha conocido por Taishan, Chang Bai, Hongshui, Huang He 22, Sima Qian Baru 22, Galaxy, Dorita, Black Moon, Ina Maka y Corvus y se le ha visto con bandera de Tanzania, Corea, Panamá, San Vicente y las Granadinas y Uruguay antes de que luciese la de Guinea Ecuatorial que supuestamente ondea ahora.

La operación Sparrow -que aún continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones- ha requerido en algunos casos autorización judicial de entrada y amparo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como ocurrió en Ribeira. Según informa Javier Romero, los nueve funcionarios de Agricultura que ayer se turnaron para revisar la documentación física y electrónica que hay en las antiguas oficinas de Vidal Armadores, entraron con la Policía Nacional y a ella tuvieron que recurrir de nuevo por las trabas que estaban poniendo los empleados de la compañía que los inspectores continuasen con su trabajo.

Encendido aplauso de las asociaciones ecologistas y prudencia en la Consellería do Mar

El departamento de Isabel Garcia Tejerina ha arrancado un encendido aplauso de las organizaciones ecologistas con su operación Sparrow contra la pesca ilegal. La ovación ha llegado en un comunicado conjunto de Environmental Justice Foundation (EJF), Oceana, Pew y WWF, que ensalzan la fortaleza de la nueva legislación pesquera de la UE para frenar esta práctica ilícita, que se ceba de forma especial en la merluza negra.

Destacan las organizaciones conservacionistas que, de demostrarse los vínculos y conexiones financieras de las empresas investigadas con los barcos que practican la pesca ilegal, los involucrados se exponen a multas históricas y a la retirada de licencias de actividad e, incluso, de títulos profesionales.

Los ecologistas apoyan la decisión del Gobierno español y confían en que su ofensiva tenga consecuencias beneficiosas para conseguir erradicar la amenaza global que es la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca IUU, por sus siglas en inglés).

Reacción de Mar

Más cauta se mostró la Xunta, que sigue una operación coordinada por Agricultura, «que é a que ten competencias no control da pesca ilegal en augas exteriores e de terceiros países». Vaya por delante que Mar «condena todo tipo de práctica vinculada coa pesca ilegal e defende en todo momento o cumprimento do Regulamento Europeo que loita contra a pesca IUU». Y, desde luego, «de demostrarse os feitos pediremos que se aplique a lexislación co máximo rigor».