Los casos de perros abandonados, un peligro y un riesgo para la sociedad

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

XERMADE

CEDIDA

Abundan las situaciones en las que no hay datos para conseguir averiguar quién es el propietario

05 nov 2017 . Actualizado a las 12:53 h.

La recogida de perros que se hayan perdido o separado de sus dueños y luego hayan sido recogidos puede resultar un simple trámite administrativo. La legislación autonómica fija un plazo de 48 horas para que el dueño lo recoja y otro de diez días para que lo recupere tras abonar el coste de la estancia que haya tenido en un centro de acogida; sin embargo, también estipula que si tras diez días el animal no es recogido, tiene oficialmente la consideración de abandonado.

Los acuerdos con protectoras que recogen, cuidan y buscan dueños a los animales abandonados no son mayoría en los municipios de la provincia, como ya publicó este periódico ayer. Pero la situación no se limita al acuerdo de un ayuntamiento con una protectora, sino que presenta otros aspectos ya desde el momento en que el animal es recogido por alguna asociación autorizada.

En la tarde del pasado 22 de octubre, en Abadín, un perro fue atropellado por un vehículo cuyo conductor no se detuvo. Del lugar del accidente, el tramo de la carretera LU-113 (Rozas-Abadín) cercano a la confluencia con la autovía del Cantábrico (A-8), fue retirado por la protectora de Xermade, con la que el Concello de Abadín tiene un convenio para la prestación de servicios.

El animal sufrió graves heridas -tiene fracturas en las dos patas delanteras-; pero a sus problemas físicos, además, se le unen otros dos contratiempos, pues ni tiene chip ni se sabe quién es su dueño. El perro está ingresado en una clínica y su estado ha mejorado; se espera que dentro de unos días pueda ser trasladado a las instalaciones de la protectora xermadina, en donde los cuidados y la recuperación para que vuelva a andar se acompañan de otros trámites.

Si el dueño no aparece, al perro se le pondrá un chip; también será vacunado y desparasitado. En el refugio tienen que permanecer al menos 21 días, y lo habitual es que luego se marchen en adopción. El destino de los animales suele estar lejos de la Terra Chá, en Alemania o en Italia. El lugar en el que acaban tiene que ver con las gestiones de las responsables del refugio xermadino, que buscan una salida para los animales con resultados satisfactorios.

Han sido centenares los animales que se han ido al extranjero en esas condiciones, tras haber pasado por un proceso de recuperación y tras haberse preparado toda la documentación necesaria para el viaje. Una vez en el lugar de destino, fotos y vídeos enviados por los nuevos propietarios informan del final feliz del proceso.

La buena voluntad de ciudadanos alemanes e italianos resulta indispensable para que los animales del refugio de Xermade acaben acogidos por familias; pero hay más que una favorable disposición, puesto que en esos países suele pagarse una tasa, que pasa de los 100 euros, por tener un perro como mascota.

Frente a esa situación, aquí abundan los animales que terminan abandondos y que también carecen de chip. Tampoco es una novedad que se recoja un perro tras haber sido herido en un atropello: hace varios meses, un animal llegó a las instalaciones de Xermade tras un accidente en Mondoñedo, pero en ese caso, a diferencia del de Abadín, sí apareció su dueño. Saber quién es el propietario es ahora uno de los objetivos de las encargadas del refugio de Xermade. El dueño, si aparece, debería afrontar los gastos de colocación del chip y del tratamiento, aunque también se destaca la necesidad de que los propietarios sean responsables e identifiquen a los animales y de que los ayuntamientos firmen convenios con protectoras.

Los animales, de ese modo, llegan a unas instalaciones adecuadas, reciben cuidados y pueden acabar en manos de una familia. El perro atropellado en Abadín parece encaminado a su recuperación, pero las encargadas de la protectora de Xermade piden también más concienciación para evitar una situación que es un peligro y un riesgo.

Guitiriz, un municipio donde con frecuencia aparecen canes sin propietario conocido

Aparece un perro en la carretera N-VI o incluso en la autovía del Noroeste (A-6). La situación se repite periódicamente en el municipio de Guitiriz, en donde hay un procedimiento que también se repite en esos casos: el animal es recogido por personal del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) y trasladado a una nave municipal; si el dueño no aparece, el destino del perro es la sede de la protectora de Xermade, con la que el Concello de Guitiriz firmó un convenio hace ya varios meses.

Si lo que se pone en práctica tras la recogida del animal está claro, tampoco parece haber dudas sobre las causas de esa situación. Todo hace indicar que se trata de animales de los que sus dueños se desentienden y que aprovechan el paso por las dos citadas vías de comunicación para deshacerse de ellos

La recogida, un gasto a veces «insostible» para los concellos

El Concello de Outeiro de Rei tiene un acuerdo con una residencia del municipio para la recogida de animales. Si el dueño del aninal no aparece, los gastos son asumidos con fondos municipales, lo que supone algunos meses un desembolso de unos 3.000 euros. El alcalde, José Pardo, afirma que se trata de una situación «insostible» y que los ayuntamientos no deberían asumir en solitario esos costes. «Algo haberá que facer, porque non se pode soster esta situación», dijo.

Otro detalle apuntado por el regidor se refiere al número de perros abandonados. «A cantidade de animais que aparecen é terrorífica», aseguró. Ese alto número hace pensar que se trata de animales procedentes de otros municipios y que sus dueños los abandonan en Outeiro de Rei.