Xermade sigue en busca del hielo

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

XERMADE

CEDIDA

Un campo de trabajo con jóvenes de varios países permitió avanzar en los trabajos de recuperación

07 ago 2017 . Actualizado a las 12:30 h.

Por tercer año, en el municipio de Xermade se ha llevado a cabo un campo de trabajo destinado a recuperar la Casa da neveira, construcción situada en la parroquia de Lousada. Como otras que aparecen situadas en distintos puntos de Galicia, su función no era otra que aprovechar las condiciones naturales de la zona -en este caso, las inmediaciones del monte Goía- para almacenar hielo, que se llevaba luego al puerto de Ferrol.

 PROCESO

Trabajos de consolidación y de etnografía. Israel Picón, uno de los responsables de la empresa Citania, encargada de los trabajos, explica que este año se llevó a cabo una «mínima» intervención arqueológica, bajo la supervisión de un experto, así como una recogida de datos etnofráficos. La consolidación tuvo lugar en la parte sudoeste de la construcción.

  ESTADO

Avance en el proceso de consolidación. La consolidación está ahora «en proceso», afirma Picón, que dirige estas campañas desde el comienzo. Queda aún pendiente trabajar en el muro de «maior porte», el del nordeste, donde aún no se ha trabajado. Por otro lado, hay zonas donde, explica Picón, «os entullos enchen a neveira».

  RESULTADO

Un año más orientado a la consolidación que a la excavación. Los hallazgos quedan fuera del balance de este año. La campaña de este 2017 ha estado más centrada en la consolidación que en la excavación para proteger lo que ya está a la vista. Lo que aún queda pendiente, desde un punto de vista arqueológico, es mucho: prueba de ello, subraya Picón, es que gran parte de la nevera permanece todavía tapada por corrimientos de tierra y que lo que está a la vista son muros.

  INCÓGNITAS

Dudas sobre dimensiones ocultas y sobre el origen. «Pode haber perfectamente» unos siete metros de profundidad aún sin descubrir. No obstante, el hallazgo de datos no supone una obsesión para los responsables: «Un campo de traballo é para aprender», dice Picón. También quedan aún dudas sobre otros aspectos, pues se ignora, por ejemplo, quién la construyó. En otros casos, el origen de estas construcciones, que también se pueden ver en otros puntos de Galicia, estaba asociado con monasterios; aquí, en cambio, se descarta ese rasgo, y se percibe una función más comercial, aprovechando la cercanía del antiguo camino real de la Carba, que conectaba Mondoñedo y Ferrol, para llevar el hielo al puerto ferrolano.

CONCLUSIONES

Curiosidades y diversas sorpresas. Este tipo de construcciones suelen presentar una planta circular; la de esta se aparta de lo habitual, puesto que es rectangular. Son, dice, Picón. «un ben etnográfico único», con lo que la responsabilidad de conservar un elemento como este no puede pasar inadvertida: «Se a perdemos, é cousa de todos», subraya. Por otro lado, el valor de la nevera de Lousada no se limita solo a su valor histórico o etnográfico: en primer lugar, no se esperaba, admite Picón, la calidad con la que los muros fueron construidos; en segundo, la aparición de una construcción anexa también fue un detalle con el que los investigadores no contaban. Así las cosas, las campañas se convierten en una «caixa de sorpresas».