Recuerdos de una edad del hielo

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA /LA VOZ

XERMADE

FOTO CEDIDA

Xermade rescata una nevera que abastecía al puerto de Ferrol hace siglos

18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Igual que al lado de las actuales autovías y autopistas nos encontramos áreas de servicio para llenar el depósito del coche o para comprar un poco de todo durante un pequeño descanso, los antiguos caminos tenían cerca posadas para los viajeros y almacenes para las mercancías. Incluso, en algún caso, se guardaba la producción local para trasladarla a otros sitios.

¿Qué se puede almacenar en la falda del monte Goía, uno de los picos más altos del norte de la Terra Chá? En la zona del municipio de Xermade que hoy ocupan eucaliptos y parques eólicos se guardaba hielo. Su destino era el puerto de Ferrol, al que se llegaba por el antiguo camino que salía de Mondoñedo y subía a la parte norte chairega por Abadín. Un campo de trabajo desarrollado en verano ha permitido recuperar una construcción que prestó servicio durante siglos.

Israel Picón -responsable de Citania Arqueoloxía, empresa que coordinó las tareas- explica que aunque no hay datos exactos sobre el momento exacto de la construcción y que no pueden formularse «verdades absolutas», cabe suponer que funcionó unos tres siglos, del XVI al XIX.

El almacén -con unos once metros de largo, cinco de ancho y una altura por ahora indeterminada y construido en esquisto- se aprovechaba de una materia prima próxima. Estaba situado, dice Picón, en una «zona fría, ideal», en la que la nieve se iba metiendo como si fuese un pozo.

Una vez dentro, el sistema de trabajo era sencillo. Se machacaba con herramientas de madera para hacer compacta la nieve. Cada 40 o 50 centímetros se colocaba una capa de paja, lo que favorecía que se pudiese cortar en trozos. La recuperación ha permitido comprobar que el techo ya se ha perdido, aunque parece lógico suponer que tenía una capa vegetal, como ocurre en las pallozas. Sí se han encontrado restos de pizarra.

Una impresión general tras los trabajos efectuados permite establecer, según Picón, que la nevera «está bastante ben conservada» y que la estructura todavía presenta un aspecto «decente». La capacidad de almacenamiento no está clara del todo. Tomando como base las medidas de la construcción, Picón afirma que pudo almacenar unos 420 metros cúbicos. El destino del material era el puerto de Ferrol, en donde el hielo se usaba para guardar alimentos, y la nevera estaba prácticamente en la mitad del camino que partía de Mondoñedo