Populares y nacionalistas xermadinos mantuvieron una reunión, aunque sin resultados para lograr acuerdo
05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Muras y Xermade tendrán nuevos alcaldes el día 13. Está confirmado que el concejal socialista murense, Mario Rouco, apoyará la investidura de Manuel Requeijo (BNG), con lo que se cerrará la etapa de Issam Alnagm al frente del consistorio. Por otro lado, el BNG de Xermade, que logró dos concejales en las elecciones del día 24, confirmó que no apoyaría la elección de un candidato del PP, con lo que el socialista Roberto García tiene el camino despejado para relevar al popular Tomás García, que preside la corporación desde el 2003.
La investidura garantizada para los nuevos alcaldes, que con su acceso al poder cerrarán largas etapas del PP en esos dos concellos, no implica, sin embargo, que estén cerrados acuerdos de gobierno. El edil murense Mario Rouco reconoció que sí había ya un compromiso para que el PSOE apoyase al BNG, pero declinó dibujar un horizonte más amplio: no está decidido si los socialistas compartirán tareas con el Bloque o si el representante de la formación pasará cuatro años en la oposición.
El caso de Xermade, aunque con un resultado similar, ha tenido unos prolegómenos algo distintos. El PP y en BNG se reunieron en días pasados, extremo confirmado por el alcalde en funciones, Tomás Rodríguez, y por la concejala nacionalista Mar Hermida; no obstante, no ha habido acuerdo ni los nacionalistas están dispuestos a facilitar el apoyo a un candidato popular.
Así las cosas, el camino se presenta despejado para el socialista Roberto García, cuya candidatura fue además la más votada, logrando cinco ediles por cuatro del PP y dos del BNG. De todos modos, tampoco está claro que los nacionalistas entren en el gobierno: ni los contactos han avanzado por ahora, ni el BNG, como explicó Hermida ayer, tiene una postura definitiva mientras no se conozcan con detalle los planteamientos del PSOE.
Mientras tanto, el popular Tomás Rodríguez parece resignado a perder la alcaldía, como manifestó ayer. «Os veciños lanzaron unha mensaxe clara para que houbese un goberno de esquerdas», dijo García, a la espera de contactos firmes con el BNG.