Dimite Eduardo Ramil, director del Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA / LA VOZ

VILALBA

Eduardo Ramil estuvo al frente del museo vilalbés
Eduardo Ramil estuvo al frente del museo vilalbés Carlos Castro

Apunta a su precariedad laboral y del propio material que alberga la institución como principales detonantes

02 ago 2023 . Actualizado a las 16:36 h.

El director del Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba, Eduardo Ramil Rego, ha dimitido «por dignidad personal y profesional» y explica que se encuentra de baja laboral desde principios del mes de septiembre. «Desde entonces, el museo no cuenta con ningún personal técnico, y parece ser administrado irregularmente por la persona que durante años negó cualquiera responsabilidad sobre el mismo», añade.

Ramil Rego explica que son varios los motivos que lo han llevado a tomar tal decisión y apunta a la situación precaria del museo, asegurando que se agravó en los últimos años «por el incumplimiento por parte del Concello de Vilalba, del que depende la institución, de sus obligaciones más elementales». Asimismo, el ya exdirector critica la «desidia» de la alcaldesa del concello, Elba Veleiro, como presidenta del patronato del museo.

El exdirector asegura también que su situación laboral era notablemente precaria y que su trabajo diario se redujo a «tareas cotidianas de gestión y administración de colecciones, dada la imposibilidad de realizar otras actividades porque Veleiro no convocaba reuniones para realizar una programación y aprobar los presupuestos». Ramil añade que las reuniones del patronato deben ser trimestrales según consta en los estatutos, pero que no se llevan a cabo desde el 2018, motivo que suma a su decisión de abandonar su puesto.

La situación no ha pasado inadvertida en la corporación municipal. El PP culpa al gobierno local de ser responsable, por mala gestión y por descuido del MUPAV, de la dimisión de su director, y cree que se debe tomar una decisión sobre su futuro, gestionándolo directamente el Concello, integrándolo en la red provincial o tramitando que pase a la red autonómica. Los populares lamentan una situación que consideran un abandono del patrimonio histórico.

Por dignidad personal y profesional

Carta del Director del museo de Vilalba, Eduardo Ramil Rego

Eduardo Ramil Rego

La situación precaria, que ya venía arrastrando el Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba, se agravó todavía más en los últimos años por el incumplimiento por parte del Concello de Vilalba, del que depende la institución museística, de sus obligaciones más elementales respecto a dicha institución, a lo que hay que añadir la desidia mostrada por la alcaldesa Veleiro, como presidenta del Patronato del MUPAV. Esta negligencia continuada tiene graves consecuencias en la conservación del Patrimonio Cultural custodiado en el Museo, especialmente en las derivadas de las nefastas condiciones ambientales (temperatura, humedad, proliferación de hongos, etc.) a las que está sometido.

Como director del Museo, no podía seguir asumiendo la responsabilidad de custodia y conservación, cuando ni el Patronato del Museo, ni su Presidenta Veleiro, ni la Concelleira de Cultura, Comunicación e Igualdade miembro nato del mismo (y a quien no he llegado a conocer en el ejercicio de su responsabilidad laboral en los años que lleva en el cargo) ni el propio Concello de Vilalba, del que depende, como ya he indicado, la institución museística, han arbitrado solución alguna para revertir esta tan insólita como indigna situación. Situación que ya no solo se puede considerar un desprecio absoluto hacia nuestro pasado, sino que atenta contra la conservación del Patrimonio Histórico.

A la situación del Museo se suma la precaria situación laboral a la que estaba sometido en mi puesto de trabajo, y que se refleja, por ejemplo, en los diversos requerimientos realizados por la Inspección de Trabajo, y que nunca fueron atendidos en sus puntos esenciales, sin que de ello se derivase ninguna consecuencia sancionadora. A todo esto hay que añadir el menoscabo que supone, en mis funciones como director de una institución museística, verme limitado a las tareas cotidianas de gestión y administración de colecciones, dada la imposibilidad de realizar otras actividades por el simple hecho de que la Presidenta del Patronato del MUPAV no convoca las reuniones del Patronato para aprobar una programación anual y los oportunos presupuestos. Las reuniones del Patronato del MUPAV, que no se llevan a cabo desde 2018 tienen que ser trimestrales, según consta en los estatutos.

Todo ello me ha obligado a solicitar, tanto por responsabilidad hacia la conservación del Patrimonio Cultural, como por dignidad personal y profesional, la baja laboral en el puesto de Director del Museo. Baja laboral que se hizo efectiva a principios del pasado mes de septiembre. Desde entonces el Museo no cuenta con ningún personal técnico, y parece ser administrado, irregularmente, por la persona que durante años negó cualquier responsabilidad sobre el mismo.

Aprovecho estas líneas para agradecer a todas aquellas personas que han venido apoyando este malogrado museo a lo largo de sus más de treinta años de andadura. Quiero manifestar también mi preocupación por el devenir de la institución y, especialmente, por el Patrimonio Histórico que contiene y no conserva en las condiciones adecuadas.