Era hija de Antonio Peña Novo y sobrina de Plácido y de Lois Peña Novo
14 mar 2023 . Actualizado a las 11:46 h.Raquel Peña Rodríguez, fallecida este sábado en Vilalba, era conocida por su profesión y por su familia. Por un lado, era maestra, y ejerció su profesión en varias localidades, entre ellas As Pontes, antes de tener destino en la capital chairega, en donde había nacido. Por otro, era muy conocida por su familia, ya que tanto la rama paterna como la materna desarrollaron una amplia actividad en Vilalba.
Era hija de Antonio Peña Novo, que ejerció como procurador de los tribunales tras haber estudiado en el Seminario de Mondoñedo. Fue activo colaborador de la prensa vilalbesa de las primeras décadas del siglo XX e infatigable investigador de documentos. De esa relación con los archivos nació la obra «Villalba en el siglo XIX», un título de referencia para el estudio de la historia contemporánea vilalbesa.
El empeño de Raquel Peña Rodríguez fue decisivo para que esa obra de su padre viese la luz. Su tío Plácido fue un destacado médico, de gran entrega en la epidemia de gripe de 1918. Su tío Lois fue abogado e importante miembro del galeguismo antes de la Guerra Civil.
Por línea materna también la vertiente documental le resultó familiar, pues el padre de su madre fue un destacado escribano.
La familia vivió en el tramo inicial de la calle Galicia, cerca del Teatro Villalbés, una zona de la villa cuyo aspecto varió sustancialmente en las últimas décadas, al desaparecer viviendas y edificios, incluido el citado cine, que fueron sustituidos por construcciones de varias plantas.
Raquel era la menor de tres hermanas. Las otras dos, Carmiña (profesora de instituto) y Mercedes, ya fallecieron. Las tres vivían desde hacía años en un piso del tramo inicial de la calle Basanta Silva, cerca de la plaza de la Constitución.
Sus restos se velan en un tanatorio de Vilalba, y el entierro tiene lugar este domingo. La misa se celebra el domingo, a las seis de la tarde, en la capilla del Tanatorio de Vilalba, y sus restos son luego incinerados en la intimidad.