El reloj o el papel de la zona azul de As Pontes, un modelo para Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA / LA VOZ

VILALBA

Imagen de la avenida de Galicia de As Pontes, que fue la primera vía de la localidad en la que se reguló el estacionamiento
Imagen de la avenida de Galicia de As Pontes, que fue la primera vía de la localidad en la que se reguló el estacionamiento Samuel Cebreiro

La villa del Eume lleva años con regulación de estacionamiento en el centro urbano

27 ene 2021 . Actualizado a las 10:33 h.

La zona azul es una realidad en As Pontes desde hace años; en Vilalba es un proyecto comentado en algún pleno y esbozado como objetivo del Concello, pero sigue pendiente. Dos localidades muy cercanas, apenas separadas por 15 minutos en coche si se viaja por la AG-64 y con gran relación entre sí, presentan dos caras opuestas en la regulación del tiempo de aparcamiento en espacios céntricos. El modelo pontés parece de posible aplicación en la capital chairega, e incluso ha habido contactos entre ambos ayuntamientos.

En la villa del Eume, desde hace años, la avenida de Galicia y la plaza del Hospital, están incluidas en la zona azul. Funciona de diez de la mañana a dos de la tarde y de tres a siete de la tarde, y cada automovilista tiene un tope de 90 minutos para dejar su coche aparcado. La citada avenida es la prolongación urbana de de la carretera AC-861, que a su vez es la continuación de la LU-861 (Vilalba-Roupar).

Para poner en funcionamiento la zona azul, el Concello pontés facilitó un reloj a los usuarios. Según explicaciones de la Policía Local, se entregaron unos 9.000. Sin embargo, no es esa la única forma de regular el estacionamiento, e incluso se confía en la buena fe de los conductores: cualquier otro dispositivo es válido, y hasta se acepta un papel en el que el automovilista deje anotada las horas de llegada y de salida.

Para la policía de la localidad, con el funcionamiento de la zona azul se ha conseguido fluidez en el tráfico. El punto de partida era la presencia de coches aparcados durante horas en la avenida y en la plaza mencionadas, sin dar opción a que otros vehículos pudiesen estacionar. El tiempo pasado desde el inicio de la regulación parece haber servido para que los conductores más reacios abandonasen una idea: según la Policía Local, había automovilistas que consideraban que pagar el impuesto municipal de vehículos daba derecho a una plaza gratuita de aparcamiento en algún céntrico lugar.

Gratuidad

Esa teoría ha quedado superada, y parece dominar la impresión de que la zona azul ha contribuido a hacer más fluida la circulación y no supone una medida restrictiva. Su carácter gratuito también ha ayudado a lograr una buena acogida entre los vecinos, según explicaciones de la Policía Local.

En Vilalba, mientras tanto, los primeros pasos para la implantación de la zona azul comenzaron hace casi seis años, en la primavera del 2015. Por iniciativa del BNG, en un pleno se aprobó una propuesta para estudiar su introducción en tres calles (Plácido Peña, rúa da Pravia y Galicia), con un modelo que permitiría aparcar durante una hora y en el que el Concello repartiría los discos en comercios de la localidad.

En el otoño del 2018, en los planes del consistorio aparecía la introducción de la zona azul solo en la rúa da Pravia, aunque no se había decidido si el control sería municipal o se encargaría a una empresa. La propuesta no se concretó, pero no por ello se vio libre de críticas: Vilalba Aberta se mostró partidaria de que la zona azul fuese gestionada por el Concello, asegurando que cualquier otra decisión equivaldría recaudar a costa de los vecinos.

Idea aparcada

El actual gobierno local no tiene la creación de la zona azul entre sus planes inmediatos. De hecho, no aparece entre las prioridades del plan de movilidad cuya redacción se encargó a una empresa. De todos modos, sí hay una cuestión que en el fondo coincide con la intención con la que en As Pontes se acordó implantar la zona azul: el aparcamiento subterráneo de la plaza de la Constitución, que es gratuito, carece de un mecanismo que regule el tiempo de permanencia. Tanto el anterior gobierno local (PP) como el actual (PSOE) coincidieron en la necesidad de tomar alguna medida: así, pasaría de ser un espacio en el que los coches pueden aparcar indefinidamente a convertirse en un lugar en el que los vehículos irían rotando.

Apoyándose en el plan de movilidad, que incluyó una encuesta vecinal, el concejal Luis Fernández afirma que el casco urbano vilalbés presenta más problemas por la falta de accesibilidad que por la carencia de plazas de estacionamiento. Por su parte, la Policía Local pontesa sostiene que las dos villas son bastante similares y que Vilalba podría copiar el modelo de zona azul.