Vilalba baja la persiana de sus comercios en protesta por el cierre de la hostelería

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

VILALBA

Manifestación en Vilalba contra el cierre de la hostelería
Manifestación en Vilalba contra el cierre de la hostelería Óscar Cela

Unos 200 manifestantes cortaron la carretera general y cerraron sus tiendas durante una hora

27 nov 2020 . Actualizado a las 18:20 h.

En la mañana de este viernes, los hosteleros y demás trabajadores del sector de la restauración de Vilalba mostraron su disconformidad con las medidas tomadas por la Xunta, que les ha obligado a cerrar sus negocios desde el pasado sábado. Esta decisión se tomó en el marco de las restricciones ante la pandemia del covid-19 de más alto nivel, a la altura de las ciudades más afectadas, como A Coruña, Lugo o Vilagarcía de Arousa.

Más de 200 manifestantes a pie y alrededor de 60 vehículos de reparto de diferentes tipos cortaron la carretera general de Vilalba como forma de protestar ante estas medidas, que consideran «injustas», y que «culpabilizan al sector». La manifestación transitó por las calles de la villa de forma ordenada, respetando las distancias de seguridad interpersonales. A continuación, los participantes se introdujeron en la plaza de la Constitución, uno de los centros históricos de Vilalba, para terminar la marcha. Durante todo el trayecto, los manifestantes portaban carteles e imágenes en solidaridad con el sector hostelero, con mensajes como «Necesitamos traballar», «Axudas xa», «A responsabilidade é de todos», o «Non somos os culpables». De hecho, la marcha estaba encabezada por un grupo de personas que portaban una pancarta horizontal de grandes dimensiones, en la que se podía leer «#Salvemosahostalaría».

Por otra parte, los dueños de los diferentes comercios de Vilalba, muchos sin ningún tipo de relación con el sector de la hostelería y la restauración, decidieron cerrar sus negocios de forma simbólica durante una hora, en apoyo a los manifestantes que ayer protestaban contra el cierre de sus establecimientos.

El pasado sábado, las nuevas restricciones entraron en vigor en Vilalba tras el brote de más de 120 casos surgido en su residencia de mayores. Entonces, se sumó a los 67 concellos gallegos que ya tenían que seguir estas medidas, las más duras impuestas por la Xunta. La villa se aisló perimetralmente y se decretó el cierre la hostelería hasta nuevo aviso, según Sanidade.

Manuel Silvosa, el representante de la hostelería vilalbesa, explicó que la iniciativa surgió de la mano de la asociación «Sete Puntas», de la que él es miembro directivo, y que se le trasladó a los dueños de os negocios, obteniendo una gran respuesta de todos ellos para la celebración del evento. «O movemento xurdiu en solidariedade co resto de cidades galegas que levan semanas na mesa situación ca nós», dijo.

La «persecución» que sufren

Desde su punto de vista, «a hostalaría non é a culpable do que está pasando». Sugiere, por contra, que los datos señalan más a las reuniones privadas de familiares y amistades en lugar de a los locales de restauración en los que los manifestantes trabajan. «Sentímonos algo perseguidos, a dicir verdade», explica. Cuenta que, desde el inicio de la pandemia el pasado marzo, no han recibido ninguna ayuda desde las instituciones. Esta circunstancia, según él, ha provocado que «moitos compañeiros tiveran que pechar, porque non tiñan ingresos para saír adiante». Con respecto a la acogida de la manifestación, quiso destacar la «gran resposta» de la gente de Vilalba.