Pena Grande sufre abandono y amenazas pese a su gran valor
15 ago 2020 . Actualizado a las 18:03 h.Igual que algunas plantas necesitan determinadas condiciones climáticas para aparecer, hay lugares que parecen precisar algunas condiciones para recibir atención. De ese grupo, por derecho propio, podría formar parte el yacimiento vilalbés de Pena Grande, un lugar con miles de años de antigüedad —pertenece al Paleolítico— que en los últimos años ha sido noticia por una serie de vicisitudes que podrían comprometer su conservación y su cuidado.
Como ya informó anteayer este periódico, la asociación Mariña Patrimonio y el Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba (Mupav) informaron de sendos avisos dirigidos a la Xunta y al Servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para alertar de la práctica de escalada en ese lugar y de posibles daños al yacimiento.
Hace dos años, en el otoño el 2017, sobre el lugar pesó el anuncio de una subasta que lo pondría en manos privadas, después de que la parcela, con unos 35.000 metros cuadrados de superficie, hubiese quedado sin dueño conocido en la concentración parcelaria de la parroquia de Santaballa. La presión política y social logró que Hacienda frenase la subasta, y el terreno pasó al Concello vilalbés. No obstante, desde entonces no se han concretado planes de cuidado y de promoción por parte de las administraciones.
«Pena Grande é un símbolo do pouco que interesa o patrimonio», se quejaba este sábado el responsable de Mariña Patrimonio. Manuel Miranda, que, por otro lado, consideró necesaria una mayor atención. Pidió a la Xunta y al Concello una mayor implicación, destacando además que, en colaboración con el Mupav, podrían organizarse rutas y jornadas de estudio. En ese sentido, apuntó, un enclave como Pena Grande podría convertirse en un ejemplo de las posibilidades económicas del patrimonio.
Para Miranda, sería necesario que el Concello de Vilalba colocase algún cartel informando de la prohibición de prácticas como la escalada. El director del museo de la capital chairega, Eduardo Ramil, subrayó ayer que quienes se interesen por esas actividades deben averiguar si pueden llevarlas a cabo en cualquier lugar o no. Ramil espera un mayor control en la zona para evitar comportamientos que amenacen la conservación.
