Capón guisado en dos salsas políticas

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA / LA VOZ

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Oposición y gobierno de Vilalba admiten la necesidad de potenciar el certamen, pero con modos distintos

01 feb 2019 . Actualizado a las 21:03 h.

Si son muchas y muy apetecibles las recetas con las que se elabora el capón, tampoco parecen escasas las salsas políticas que se preparan para exponer puntos de vista sobre posibles mejoras de la feria anual. Así ocurrió anteanoche en el pleno de Vilalba: las cuatro fuerzas presentes en la corporación estuvieron de acuerdo en unos aspectos, mientras que en otros discreparon la oposición y el gobierno y hasta la oposición entre sí.

El PSOE presentó una moción que resultaba, según expuso el concejal Eduardo Vidal, necesaria para superar el declive de «moitos anos, demasiados anos» que arrastra la feria en su opinión. La creación de una partida económica para fidelizar criadores inscritos en el registro, la concesión de subvenciones directas para criadores que presenten al menos seis pares de aves en la feria y la restricción de etiquetas identificativas en los animales, colocándose solo en los animales llevados al certamen, eran algunos de los pilares.

Vidal no dejó pasar la ocasión de apuntar directamente contra el alcalde, Agustín Baamonde, al que incluo acusó de haber pasado poco tiempo en la pasada feria. «Esa é a importancia que lle dá», dijo. En cambio, es disculpable la actitud de la concejala Cheri Grandío porque «fai o que pode» y cumple con su papel. Lo que, sin embargo, admite perdón socialista es que el capón aún sea usado por el Concello de Vilalba como obsequio institucional. «Neste momento pasou o tempo de agasallar con capóns», manifestó Vidal, en cuya salsa no faltaron generosas gotas de críticas al comportamiento del gobierno local. «O que non vale é non facer nada», dijo.

Modesto Renda (Vilalba Aberta) y Félix Jorquera estuvieron de acuerdo con el sabor del PSOE, aunque su aceptación tuvo distintos grados. El primero presentó su propia receta ?en forma de iniciativa, por supuesto?, en la que el trabajo del Concello vilalbés no era el único ingrediente sino que también incluía el trabajo conjunto con la asociación de criadores y hasta la cooperación con el comercio local.

El paladar ?político, por supuesto? del alcalde, Agustín Baamonde, no reaccionó igual ante las dos propuestas. El sabor del PSOE le causó rechazo, y aseguró que en realidad Eduardo Vidal ya había dado por inaugurada la campaña electoral. Más palabras de agrado salieron hacia Vilalba Aberta, cuya idea le pareció al regidor «bastante máis razoable».

El regidor también mostró sus ideas. Consideró inevitable que lo tradicional «empece a recuar» en los tiempos de Internet, y entendió la actitud de los criadores que no traen a la feria todos los capones que preparan: por un lado, dijo, supone un problema de logística; por otro, llevarlos al certamen y no venderlos resulta un contratiempo porque difícilmente se comercializarán después.

También recordó que dos de los problemas actuales eran la elevada edad media de los criadores, reflejo de la falta de relevo generacional, y la reducción de la venta a las semanas anteriores a Navidad, lo que limita el beneficio económico. En cambio, agregó, la reciente aprobación de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) abre nuevas perspectivas.

La conclusión de Eduardo Vidal tras esa intervención del alcalde fue rotunda: «Falamos dous idiomas distintos», afirmó. Llegado el momento de la votación ?o de probar las salsas políticas, según se mire?, el sabor de Vilalba Aberta encontró el aplauso del resto de la corporación, mientras el del PSOE solo logró el respaldo del BNG, pues Modesto Renda se abstuvo y el PP votó en contra.