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Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

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La construcción de nuevos nichos en parroquias chairegas interesa a vecinos que están viviendo fuera

01 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un matrimonio residente en el extranjero desde hace años desea tener un nicho en Vilapedre (Vilalba), su lugar de origen. La aspiración no se concretará inmediatamente, puesto que esa parroquia no figura entre los lugares de la comarca en los que está realizándose o próxima a iniciarse una construcción de nuevas sepulturas. Sin embargo, ya han trasladado esa intención, que refleja una voluntad muy presente en otras zonas.

Dentro de la comarca chairega, últimamente se han construido nuevos nichos en el cementerio parroquial de Moncelos (Abadín) y se están acabando las obras en el de Román (Vilalba). Entre los camposantos donde se prevé la construcción de nuevos nichos están los de A Torre (Vilalba), Baroncelle (Abadín) y A Graña de Vilarente (Abadín), según explicó ayer el delegado de Patrimonio de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Félix Villares.

Entre los que encargan la construcción de nichos hay una parte estimable de personas residentes fuera, a las que no les faltan razones para tomar esa decisión. En primer lugar, el precio que pagan, aunque varía de unas parroquias a otras, es inferior al que abonarían si comprasen un nicho en el cementerio municipal de una villa o de una ciudad. En segundo, las condiciones de la propiedad son también más favorables: en este caso, son concesiones que en la práctica se mantienen a perpetuidad, mientras que en una ciudad tienen una duración menor. Por otro lado, hay también razones relacionadas con el funcionamiento actual de los cementerios que explican por qué hacen falta más nichos: ahora, subraya Villares, no suelen vaciarse sepulturas en las que hay personas enterradas desde hace algún tiempo, cuando hace años, dice, constituía una práctica más o menos frecuente.

La construcción de nuevos nichos no siempre agota el uso de suelo útil: por ejemplo, en el cementerio parroquial de Moncelos queda sitio todavía para realizar nuevas obras. En otros camposantos, sin estar concretada totalmente, es una medida que se ha comentado en algún momento por la existencia de algún espacio disponible.

Así ocurre, por ejemplo, en Guitiriz, en donde el cementerio del casco urbano es parroquial. El cura, Óscar Santiago, manifestó ayer que se había comentado en algún momento la posibilidad de construir nichos en la parte baja del recinto, una zona que antes se usaba para dejar los ramos y las coronas que se habían llevado a las sepulturas. El espacio disponible no daría para más de tres o cuatro columnas, pero sí se comprobó que existía interés de posibles compradores.

Por otro lado, a las razones que pueden interesar a los compradores de nichos se unen también otras que en la práctica convienen a los lugares de origen. Así lo considera Luis Rodríguez Patiño, encargado de Momán (Xermade), de Labrada (Guitiriz) y de otras parroquias de los municipios coruñeses de Aranga y de Monfero. Que haya sepulturas en manos de personas residentes fuera significa que se celebrarán entierros y aniversario, con lo que ello supone para unos lugares en donde la población va en descenso y suele estar bastante envejecida: «Los entierros y los funerales son actividad para una parroquia», afirmó ayer.

La situación es parecida en parroquias de la zona oriental de la comarca, pertenecientes al obispado de Lugo. Miguel Asorey, responsable de la parroquia de Meira y de otras del municipio de Pol, explicó ayer que se preveía la construcción de más nichos en las parroquias polenses de Hermunde y de Caraño. En esa última y en la de Valonga se han realizado trabajos de mejora en los camposantos.

Hay también cementerios no son parroquiales sino municipales y que se amplían. Es el caso de Meira, en donde los presupuestos municipales de este año incluían una partida para la construcción de 12 nuevos nichos en la necrópolis.

El precio y las condiciones de propiedad son más favorables que en una ciudad

Los entierros y los aniversarios dan actividad a pueblos con poco dinamismo