Residuos en la Galicia urbana e industrial, abono en Terra Chá

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

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PALACIOS

Los lodos de depuradoras acaban en zonas rurales, lejos de los lugares donde se producen

18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Residuos de ciudades y de áreas industriales acaban formando parte de lodos que se usan en el abono de terrenos de uso agrícola. Ese proceso conecta la Galicia de más densidad demográfica con otra algo alejada y menos poblada, de la que forman parte zonas como la Terra Chá. La chairega es una de las comarcas adonde van a parar esos residuos tras haber pasado por plantas de tratamiento, situadas tanto en la zona como en territorios próximos.

La intoxicación de tres personas de una misma familia en Vilapedre (Vilalba), ocurrida el lunes mientras se vaciaba un camión con sustancias de ese tipo, ha puesto de manifiesto la necesidad de respetar un correcto uso de ese material.

 ORIGEN

Sustancias diversas en su procedencia. Con una consulta al decreto que regula la utilización de lodos de depuradora en el sector agrario en Galicia, publicado en el Diario Oficial de Galicia (DOG), se observa la variedad de materiales que pueden acabar transformados en abonos. La reutilización (artículo 3.1.a) es posible si proceden de depuradoras de aguas residuales urbanas, sean públicas o privadas, aunque no si llegan de instalaciones que solamente dan servicio a polígonos industriales o a complejos hospitalarios. También está admitido su empleo (artículo 3.1.b) si se han tratado tras llegar de fosas sépticas domésticas.

 Un tercer grupo (artículo 3.1.c) es el formado por material procedente de agroindustrias que tengan estaciones depuradoras «asimilables a las urbanas». Esos lodos pueden haberse formado en la elaboración y en la preparación de carne, pescado y otros alimentos de origen animal; en la preparación y elaboración de frutas, hortalizas, cereales, aceites comestibles, cacao y café; producción de conservas; producción y extracto de levadura, preparación y fermentación de melazas; en la elaboración de azúcares; en la industria de productos lácteos; en la industria de panadería y pastelería, y en la producción de bebidas alcohólicas y no alcohólicas.

 EMPLEO

Dos momentos al año para su utilización. El comienzo del otoño y de la primavera son momentos en los que resulta lógica la utilización de ese material en terrenos agrarios. En otoño se preparan las fincas para la cosecha de hierba que se obtendrá en primavera, y en primavera, para la cosecha de maíz que se retirará de las parcelas en otoño.

 OFERTAS

Sustancias que pueden salir gratis a los ganaderos. Una explotación ganadera del municipio de Vilalba, con varios centenares de reses, recibió dos veces una propuesta para usar en sus fincas lodos procedentes de una planta de tratamiento. Las dos veces se rechazó el ofrecimiento, que solo supondría para la explotación el gasto del transporte.

 Que a una explotación se le ofrezca ese material en unas condiciones a priori ventajosas puede explicarse por la necesidad de dar salida a las cantidades que se van generando tras el paso por la planta de tratamiento; pero también hay otros motivos. Uno tiene que ver con cuestiones de mercado y puede interpretarse como una oferta en un momento en que en un radio de acción de unos 60 kilómetros hay ya varias empresas del mismo sector y se genera competencia. Otro está relacionado con la actividad en sí, puesto que el volumen económico y el beneficio parecen situarse precisamente en el tratamiento de los residuos, no en la venta del material resultante para actividades del sector agropecuario.

MÁS CASOS

El modelo, en marcha en otros lugares. El uso de lodos de depuradora una vez tratados se está ensayando también, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid. El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) ha puesto en marcha un proyecto que tiene, además del uso agrario, otra dimensión: se estudia el empleo del material en espacios degradados para favorecer el enraizamiento de las especies y disminuir la degradación.

 El dilema entre utilizar purín de la explotación o material traído de fuera

Tener suficiente purín parece ser suficiente razón para rechazar el empleo de lodos de depuradora. No obstante, también hay que pensar en el coste que supone trasladar y echar el purín en las fincas: en una comarca como la Terra Chá, una explotación con centenares de reses puede tener fincas situadas a varios kilómetros de distancia. Si, por ejemplo, una finca está a diez kilómetros, el proceso de cargar el purín -tomando como referencia una cisterna de 20.000 litros-, transportarlo y verterlo para luego volver a la granja puede suponer como mínimo una hora de trabajo. Si esa operación no se realiza con personal propio sino con una empresa, habrá que pagar 100 o 120 euros por hora de trabajo, teniendo en cuenta que una hectárea de terreno necesita al menos dos veces ese abonado. 

Cospeito, un lugar con protestas por este tipo de plantas

La planta de compostaje del municipio de Cospeito, situada en el límite de las parroquias de Santa María de Cospeito y de Xermar, ha causado más protestas que las de otros lugares. En más de una ocasión, de vecinos del entorno han salido quejas por los olores de las instalaciones. Por otro lado, el PSOE también ha expuesto sus críticas y ha llegado a dudar del cumplimiento de las condiciones recogidas en el acuerdo de venta de los terrenos.