Tres ingresados y un becerro muerto por inhalar gases de lodos en Vilalba

X.M.P. VILALBA / LA VOZ

VILALBA

PALACIOS

Uno de los afectados fue sacado de la nave del ganado ya inconsciente

16 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un matrimonio ?el hombre, Arturo García, y la mujer, Marina López? y su hijo Arturo, residentes en la parroquia vilalbesa de Vilapedre, fueron hospitalizados ayer por la mañana a consecuencia de la inhalación de gases de lodos en la nave donde se guardan algunas de las reses de la explotación. También los dos becerros que en ese momento estaban en la nave resultaron afectados y uno de ellos acabó muriendo.

Los hechos ocurrieron poco después de que a la nave ?situada en el barrio de O Carballal, a varios centenares de metros de la iglesia? hubiese llegado un camión para vaciar los lodos, que se usan para abonar cuando no hay purín. Mientras el chófer empezaba a realizar los trabajos de vaciado, el cabeza de familia se acercó a la nave donde estaban los dos becerros. Esa zona está conectada con una canalización por el lugar donde se vertían los lodos, ya que ahí van a parar los restos del purín.

El hombre estaba a punto de marchar a Vilalba para realizar unas gestiones cuando entró en la nave, situada frente a su casa, a pocos metros. Los efectos de los gases fueron tan fulminantes que de inmediato se sintió mal y pidió auxilio. Al momento llegaron el conductor del camión y su hijo: el chófer consiguió arrastrarlo y sacarlo del interior, mientras que el hijo pudo salir por su propio pie, aunque sufriendo unos fuertes mareos que le hacían perder el equilibrio y lo obligaban a agarrarse a los barrotes de la nave.

La mujer se dio cuenta de lo que pasaba al oír los gritos, por lo que se acercó a la nave, pero también empezó a sentirse mal nada más llegar. En ese momento llegó el otro hijo, que avisó a los servicios médicos. Al lugar se desplazaron de inmediato sendos equipos de la Guardia Civil, de los bomberos del parque comarcal de Vilalba, del Concello y de la Policía Local.

El cabeza de familia era el más afectado por los efectos de los gases, puesto que estaba inconsciente cuando fue trasladado en ambulancia. No obstante, su evolución fue favorable, y unas horas después, aunque aún notaba algunos dolores en el pecho, ya había recuperado la consciencia. Por su parte, la situación de los otros dos afectados también había mejorado y su hijo ya había recibido el alta.

Los bomberos que se desplazaron al lugar realizaron mediciones y encontraron unos niveles de sulfuro de hidrógeno muy superiores a los habituales. El trabajo de los bomberos y del personal del Concello consistió en echar agua por las canalizaciones y por el entorno para conseguir así rebajar los efectos.

Los animales afectados ayer forman parte de una cabaña de ganado de amplias dimensiones, ya que cuenta con 120 vacas, seis bueyes y unos 70 becerros. El ganado suele pastar en fincas de la parroquia.