La asistencia de público en los partidos de la promoción es el triple de la habitual durante la liga
07 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tres empates, un gol marcado y otro encajado. Ese es el balance del Racing Vilalbés en los tres partidos de la promoción de ascenso disputados hasta ahora. El acierto en los penaltis le sirvió para superar la primera eliminatoria y apear al Atlético Pulpileño, y para pasar la segunda puede bastarle otro empate: hay que forzar una igualada a dos o más goles en el campo del Atlético Levante, sin olvidar que una victoria también serviría para llegar a la última ronda.
Sin embargo, el Racing ya ha logrado tres victorias, dos en casa y una a domicilio. Cabe considerar como sendos triunfos la respuesta de la afición en los dos partidos jugados en A Magdalena, en los que se calcula que la asistencia ha triplicado la habitual durante la liga. Al presidente, Francisco Ruiz, no le sorprende del todo, pues se trata de una expectación que el equipo no genera todos los años: esta es la segunda vez que disputa la promoción de ascenso a Segunda B.
El ambiente del pasado domingo fue superior al del partido contra el Atlético Pulpileño. Pueden usarse argumentos deportivos -el rival era el Atlético Levante, filial de un equipo de Primera- y hasta emocionales -se trataba ya de la segunda eliminatoria-, aunque hay también una explicación más práctica: ya terminaron los campeonatos de categorías inferiores y hay menos partidos que puedan restar afluencia, como apunta Ruiz.
Pero esa respuesta del público, que propició además una gran animación en las gradas, se nota también a domicilio. Unos 60 aficionados -la mayoría se deplazó en autocar, aunque un parte usó sus vehículos- viajaron a Pulpí (Almería) para ver el partido de vuelta de la primera eliminatoria de ascenso, lo que supuso unos 2.000 kilómetros en un fin de semana.
Si a alguien le parece escasa el número, que haga una comparación: esa cifra multiplicó por diez la de aficionados andaluces desplazados a Vilalba para ver el partido de ida. Parece claro, pues, que el jugador número 12 no le está fallando al Racing.