Investigan el maltrato de una perra abandonada en un monte de Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

CEDIDA

La Xunta acordó trasladar el asunto a la fiscalía de Medio Ambiente

17 may 2018 . Actualizado a las 21:35 h.

El caso de una perra que apareció abandonada en una zona de monte de Vilalba, en la parroquia de Samarugo, acabó en una denuncia ante la Guardia Civil y en el traslado del asunto a la Xunta, que lo trasladará a la vía judicial. El animal, un mastín de unos dos años de edad, fue rescatado cuando estaba atado a una soga que se había amarrado a dos árboles.

Una vecina de esa parte del municipio vilalbés que iba a un prado de propiedad se dio cuenta de la situación. Al advertir lo que ocurría, avisó a la Policía Local, que a su vez informó a personas de Vilalba conocidas por su preocupación por el bienestar animal. Miembros de ambas entidades se desplazaron a la zona y recogieron al animal, que presentaba claros síntomas de desnutrición.

Cuando fue hallado, parecía ya que se estaba dejando morir, pues tenía la cabeza apoyada contra uno de los árboles. El terreno de alrededor apareció muy pisado, como si hubiese dado repetidas vueltas en un perímetro muy reducido. Ya en Vilalba, el animal fue llevado a una clínica veterinaria, Uno de los problemas que presentaba estaba en las malas condiciones de su estómago; sin embargo, pasados varios días desde la situación, su salud ha mejorado. Tamara Cardoso, vecina de Vilalba que había presentado ante la Guardia Civil denuncia por los hechos, se hizo cargo del animal de modo provisional, a la espera de que se resuelva la situación.

El animal tenía microchip, por lo que se cursó la correspondiente denuncia. Pero también, al mismo tiempo, la existencia de esa identificación, que permite saber quién es el dueño, obliga a la administración a actuar con cautela. De todos modos, Margarita López, jefa territorial de la Consellería de Medio Ambiente, aseguró ayer que en este caso, con todos los informes elaborados la documentación se observaban «evidencias abrumadoras» para establecer que se había producido maltrato.

Con la legislación autonómica en la mano, agregó Pérez, puede decidirse que si la vida del animal peligra, se entregará, de manera provisional, a una persona. Así ha ocurrido en este caso; pero además el asunto será trasladado a la fiscalía de Medio Ambiente para que inicie un proceso. Si se pasa a la vía judicial, la Xunta se inhibirá; si no ocurre así, se comenzará un proceso sancionador, y al Concello de Vilalba le corresponderá decidir dónde va a parar la perra.

El final puede suponer que al dueño se le llegue a retirar la custodia del animal, aunque esa será una decisión que compete a los tribunales. Por su parte, el dueño, tras saber que el animal había sido encontrado por otras personas y recogido, dijo que la perra se había escapado alguna otra vez y que la había recuperado tras aparecer en otros municipios.

El animal estaba atado a una soga amarrada entre dos árboles y tenía grave desnutrición

Una vecina del municipio se

hizo cargo de la

custodia de

manera provisional