Hay tres recintos separados entre sí por poca distancia y ninguno en otros barrios de la capital chairega
08 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El que recorre una distancia de pocos centenares de metros en el centro de Vilalba puede encontrarse con tres zonas de juego para niños: se empieza en la praza da Constitución, se baja a la contigua alameda y luego se toman la calle Novo Cazón o la rúa da Emigración -nombre que se acordó en enero del año pasado a la que antes se llamba Nevado Bouza- , y ya están vistos esos tres lugares.
La apariencia de los juegos refleja que el mobiliario se colocó hace pocos años, y la ubicación de las zonas en el centro puede hace pensar que la oferta de la capital chairega es amplia. Sin embargo, para ver otros espacios similares hay que ir a las afueras: en As Fontiñas y en el área recreativa de A Magdalena hay zonas de juegos; no las hay, en cambio, en sitios del casco urbano como la avenida da Terra Chá, la zona de Os Catro Camiños (donde confluyen las calles Plácido Peña, Cidade de Viveiro y As Pontes) o Campo de Puente, donde en los últimos años se fueron construyendo nuevos edificios.
Una larga temporada de lluvias como la que se ha vivido en el inicio de esta primavera y en el reciente invierno plantea un problema a los posibles usuarios de las zonas de juegos y a sus familias: poco apetece usarlas, puesto que están descubiertas. Colocar algún tipo de cubierta resultaría una medida que sería bienvenida, según comentarios recogidos para esta información.
Si, por el contrario, los próximos meses se caracterizan por una sequía que trae muchas horas de sol, jugar con algo de sombra es posible en la zona acondicionada junto a las calles Novo Cazón, Nevado Bouza y Ribadeo. Hay quien considera ese detalle como una ventaja, aunque también se recuerda que no todos los dueños de perros cumplen la recomendación de recoger los desperdicios de sus animales, como se les advierte en carteles.
Sobre todo en este lugar y en la alameda, los que van con niños, además de estar en un espacio céntrico, tienen la posibilidad de sentarse, ya que hay bancos. Cualquiera que pase cerca verá cómo niños de edades variadas, si el tiempo lo permite, juegan en esos sitios. Que las edades sean variadas tiene también un pero: hay quien cree que deberían separarse las zonas para los pequeños y para los muy pequeños.
