El patrimonio chairego, una riqueza de dos velocidades

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

OSCAR CELA

En Marea propone que Caldaloba entre en un plan con Pena Grande y Viladonga, peros son situaciones diferentes

23 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La torre de Caldaloba (Cospeito), el área arqueológica de Pena Grande (Vilalba) y el conjunto formado por el castro y por el museo de Viladonga (Castro de Rei) tienen en común el hecho de contar con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC); sin embargo, su cercanía geográfica contrasta con la distancia que los separa en su situación. Miguel Anxo Fernán Vello, diputado de En Marea por Lugo, planteó ayer, en Vilalba, la necesidad de acometer un plan de promoción del turismo cultural basado en esos tres elementos, si bien sus características son muy diferentes.

 MEDIDAS EN ESTUDIO

Cesión al Concello vilalbés. El área arqueológica de Pena Grande, en donde un petroglifo tiene la condición de BIC, se salvó en semanas pasadas de quedar en manos privadas, ya que el Ministerio de Hacienda -tras intervenciones del BNG, de En Marea y del PSOE en el Parlamento gallego y en el Congreso- decidió retirar el terreno, situado en Santaballa, de una puja. La finca había quedado sin dueño conocido tras la concentración parcelaria. Una vez apartado de la subasta, el terreno será cedido al Concello, que en un documento debe acreditar que tiene medios para la conservación y explicar sus planes.

 UN RECINTO CONSOLIDADO

Del Gobierno a la Xunta. La titularidad del Museo de Viladonga, abierto en los años ochenta, es del Gobierno central, pero la gestión está en manos de la Xunta desde hace años. El castro, en cambio, sí pertenece a la Xunta, tras habérselo transferido el Gobierno. En el yacimiento, desde hace décadas, se realizan periódicas excavaciones así como frecuentes trabajos de limpieza y de consolidación. Las piezas halladas se exhiben o se guardan en el museo, que tiene una plantilla de 12 personas.

DIFÍCIL ACTUACIÓN

Un torre simbólica y en manos privadas. La torre de Caldaloba, de origen medieval, une al interés artístico el simbólico, pues sirvió de residencia a familiares de Pardo de Cela tras la muerte de este. En Marea, como recordó ayer en Vilalba Fernán Vello, considera que la restauración puede acometerse con fondos del 1,5% Cultural, programa que depende del Ministerio de Fomento. No obstante, los escollos son varios. En primer lugar, como se recoge en una respuesta del Gobierno a una intervención del diputado, no ha habido peticiones de la Xunta o del Concello de Cospeito para lograr coperación económica. En segundo lugar, la orden reguladora de ayudas para intervenciones de este tipo impone unas condiciones que parecen difíciles en este caso. Se explica, por ejemplo, que se financiarán trabajos de conservación o de enriquecimiento del patrimonio en inmuebles de titularidad pública, con la salvedad de que se aceptan también aquellos en los que exista una cesión para uso público por 50 años. Por otro lado, los fondos, procedentes de obras financiadas total o parcialmente por el Estado, se aplicarán «en la propia obra o en su inmediato entorno».