Solo hay dos puestos en la plaza de abastos de Vilalba, reformada hace tres años

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

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Las pescaderías son las únicas instalaciones que dan servicio a un recinto en el que se invirtieron más de 200.000 euros

20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo dos pescaderías funcionan regularmente en la plaza de abastos de Vilalba. La cifra es la mitad de los que estaban abiertos tras las obras realizadas hace tres años. Entonces había también una frutería, que cesó en su actividad hace meses, y una carnicería, cuyo cierre es más reciente. Este negocio, además ,mantiene su actividad en el local del casco urbano en el que ya funcionaba antes.

Las instalaciones iniciaron su actual etapa hace tres años. En aquel momento estaban recién acabadas las obras de reforma, que incluyeron una inversión de más de 200.000 euros, aportados por la Xunta y por el Concello vilalbés. En realidad, no se trató solo de una reforma sino también de un traslado, ya que la plaza de abastos pasó de la planta baja al sótano del edificio, con entrada por la Rúa dos Pepes y con acceso al aparcamiento subteráneo de la Praza da Constitución.

Luis Flórez, pescadero de Lugo, llevaba años vendiendo en Vilalba, adonde se desplaza dos días por semana con mercancía comprada en las lonjas de Burela y de Celeiro. Reconoce que las instalaciones actuales son mejores que las de la planta baja, que estaban gastadas cuando se decidió el cambio; sin embargo, se queja de la falta de animación del recinto, más evidente ayer dado que la otra pescadería estaba cerrada.

Para este placero, en el mercado hay margen de mejora. Trasladar desde el campo de la feria a los que acuden con productos de alimentación los martes y los viernes es, en su opinión, una medida imprescindible: «Estar separados divide. Tú vas a un supermercado y tienes todo», dice.

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 Dudas

La concejala de Mercados, Cheri Grandío, opina que resulta difícil la competencia con los supermercados; pero agrega que una baza, precisamente, podría ser la de ofrecer productos de alimentación algo diferentes a los de las grandes cadenas. Su impresión sobre la plaza de abastos no se caracteriza por el optimismo: «Véxoa difícil de dinamizar. Ou se pon algo exclusivo ou non sei», dice.

Por otro lado, la concejala traslada a los negocios la responsabilidad de emprender campañas de promoción, pues, añade, no basta con las medidas de dinamización que tome el Concello para estimular la actividad en ese espacio o en la villa en general.

Tasas variadas

La ordenanza reguladora del servicio de mercados establece tres tipos de puestos fijos, que pagarán respectivamente, al mes, diez, siete y cuatro euros por cada metro cuadrado ocupado. También se recoge la posible presencia de vendedores eventuales, que pagarán dos euros por metro lineal cada día que acudan. Los primeros tiempos están exentos de pago, pues en la ordenanza se admite que los vendedores necesitan afrontar unos gastos antes de empezar su actividad: según la inversión realizada -1.000 euros o menos, de 1.000 a 1.500 o más de 1.500-, la exención del pago decretada por el Concello durará un año, año y medio o dos años respectivamente.

El reglamento municipal de mercados fija las concesiones por un período de diez años, ampliables a otros diez. También detalla que permanecer cerrado más de dos meses seguidos, «salvo causa xustificada e autorizada polo Concello», es uno de los supuestos por los que se puede extinguir el derecho a ocupar un puesto en el recinto. El Concello se reserva el derecho de celebrar en las instalaciones la feria del capón, la del queso de San Simón u otras que se organicen para potenciar la economía local.

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