Por su parte, el Servizo Galego de Saúde aseguró que solo tenía conocimiento de que un caso de esta enfermedad hubiese sido atendido en el HULA en los últimos meses.
«O peor é que o ánimo baixa de todo: cambia o comportamento, tes angustia e baixa a moral»
Un vecino de Vilalba cuenta cómo creció su preocupación mientras no supo qué enfermedad tenía
X.M.P.
A finales de abril sufrió la picadura de una garrapata, aunque recuerda la fecha por cálculos que hizo luego; en un primer momento tenía una mancha y un punto pequeño en la piel; a principios de este mes empezó a notar los síntomas. Un vilalbés de 54 años explica que cuando empezó a ir al médico, hace varias semanas, le hicieron una serie de pruebas que no le impidieron continuar con su vida normal. «Seguín traballando», dice. La situación no cambió, y acabó yendo al HULA: «Tiña 18 de tensión», recuerda. Le hicieron pruebas de sangre en las que se reveló que tenía la enfermedad. Nada más quedar ingresar le suministraron un antibiótico, que todavía sigue tomando, días después de haber recibido el alta hospitalario.
Otro de los síntomas que recuerda como intenso y desagradable era cómo se calentaba la piel: «Non podía tocarlle», explica. Llegó a utilizar cremas de las que se usan para después de tomar el sol, pero el origen del problema era otro.
De todos modos, el mensaje que le dieron en el hospital fue tranquilizador: «Dixéronme que ía curar», comenta. Por otro lado, los seis días que pasó en el HULA no fueron lo peor sino la intranquilidad que lo rodeaba antes de saber exactamente qué le pasaba.
«O peor é que o ánimo baixa de todo: cambia o comportamento, tes angustia e baixa a moral», afirma. Reconoce que cuando fue hospitalizado, ya estaba un poco más tranquilo: «Pensei: ‘Algo me han facer’», dice. Ahora está «mellor», si bien los primeros momentos no se olvidan: «Eses 16 días con síntomas, levándote por aí, sen saber o que ía pasar...».
Interés
Desde que se le diagnosticó la enfermedad, se interesa por este asunto. Por un lado, sabe que si se trata a tiempo, las posibilidades de que se ataje eficazmente son mayores; por otro, la intensidad con la que se presenta cambia de unas personas a otras, con lo que las secuelas y el tiempo de curación también son distintos.
Síntomas que se pueden confundir con la meningitis
La enfermedad de Lyme empieza a notarse, semanas después de la mordedura, por erupciones en la piel. Sus síntomas son variados: al principio pueden confundirse con los de la gripe -fatiga o dolor muscular-; pero también puede generar fuertes dolores de cabeza o rigidez de nuca, como ocurre en la meningitis, y afectar al corazón.