De exponer en el castillo de Windsor a vivir en Triacastela

María Guntín
maría guntín TRIACASTELA / LA VOZ

TRIACASTELA

ALBERTO LÓPEZ

Arthur Manton, peregrino inglés, vive desde el 2006 en una casa en el Camino en la que tiene su estudio de fotografía

04 ago 2019 . Actualizado a las 19:24 h.

Arthur Manton vive en A Balsa, a menos de diez kilómetros de Triacastela. Nació en Windsor (Inglaterra), y en el año 2006, tras hacer el Camino de Santiago, decidió comprar la casa en la que actualmente vive y sella las credenciales a los peregrinos que paran en su taller de pintura para disfrutar de los cuadros que expone y pinta allí mismo. Ahora tiene una huerta al borde del río que desprende olor a lavanda y un ambiente perfecto para crear, pintar y escribir.

Arthur vive entre Francia y A Balsa y pinta en todos y cada uno de los rincones de la casa. Vende postales y también algunos de sus cuadros. Hasta le dio por saldar su nevera porque «hacía mucho ruido». Ahora, los alimentos que necesitan fresco están al fondo de su finca y dentro de una caja, en el río.

«El paisaje es parecido al de Inglaterra, pero la vida, no», explica este pintor, que estuvo más de ocho años arreglando su hogar en A Balsa. Aquí se siente feliz después de unos años en los que, dice, la tristeza lo inundó todo. «Perdí a mi familia, el trabajo y la casa. Mi vida cambió radicalmente en el año 2006», explica.

La mayor parte de sus cuadros son interpretaciones de la naturaleza y de los distintos paisajes que lo rodean en su día a día.

Cuando vivía en Windsor, expuso tres veces en el castillo. Ahora, desde su casa de A Balsa, dice que le gusta que las brochas vuelen durante la noche, cuando todo está en silencio.

Su galería es un oasis en el Camino, un sitio en el que arte y naturaleza conviven a sus anchas. Cuando entran los peregrinos, Arthur también es el encargado de sellar sus credenciales.

Para él, sus vecinos son personas muy importantes, y es que son pocos «pero muy buenos», cuenta Arthur entre risas. Su vida ha cambiado radicalmente desde hace unos años; pero él no se arrepiente, y aunque el invierno es duro, en este entorno idílico es imposible dejar de pintar.

La Voz lo entrevistó el año pasado cuando realizó el Camino de Santiago en bicicleta. Puedes verlo en el siguiente vídeo a partir de los 45 primeros segundos.