Carlos Gayo tiene 50 reses de las 2705 de toda Galicia de una raza que está calificada como en peligro de extinción
15 may 2016 . Actualizado a las 12:18 h.Hace 9 años que Carlos Gayo decidió hacerse cargo de la explotación familiar de vacas de carne en Biduedo (Triacastela). «Trabajaba fuera; y me encontré con el problema de volver a casa o cerrar la explotación y seguir en mi trabajo y busqué una solución intermedia, criar una raza de vacas en extensivo».
La solución a su problema fue comprar vacas vianesas, una especie que tenía muy buenos recuerdos para Carlos Gayo. «Hace años, recuerdo que por mi zona había muchos bueyes y vacas de esta raza por las excelentes condiciones que tienen para trabajar, así que no dudé en irme hasta Cabeza de Manzaneda para ver una explotación. Comprobé que no tenían ningún problema con la nieve y ya compré los primeros ejemplares».
Los comienzos fueron excelentes; y el resultado es que en la actualidad dispone de 50 reses, todas de raza vianesa, de las 2.705 que existen en Galicia, solo 500 en la provincia de Lugo, de esta raza en especie de extinción. «El resultado que me dieron desde el primer momento fue muy bueno, a pesar de tratarse de una explotación a 1.130 metros de altitud, por lo que poco a poco me fui deshaciendo del otro ganado y dedicándome en exclusiva a la raza vianesa».
El crecimiento de la explotación obligó a Carlos Gayo a dedicarle más tiempo, por lo que tuvo que dejar el trabajo al que se había dedicado los últimos 17 años. «Es preciso prestarle la máxima atención y cuidados a la explotación, por lo que no tuve otra alternativa que dejar mi anterior trabajo y centrarme en la explotación».
La calidad de la carne de vaca vianesa es muy elevada, según Carlos Gayo. «Es una cerne que tiene una grasa muy infiltrada, lo que le confiere una mayor jugosidad y es muy veteada. El hecho de que los animales se críen fuera y estén en continuo movimiento también ayuda a que el producto final sea de una mayor calidad».
El proceso de cría de los animales es en total libertad y comiendo fuera hasta los siete meses. Cuando alcanzan esa edad, se recogen y el cebo se realiza a base de cereales y forraje ecológico. «Todo lo que comen está controlado al máximo, y por ello seguimos al milímetro las condiciones que nos marca el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega). Las solemos vender a los diez meses, cuando pesan sobre 200 kilos».
explotación de ternera vianesa en triacastela