Tecnología neandertal de usos múltiples en Cova Eirós

Francisco Albo
francisco Albo MONFORTE / AGENCIA

TRIACASTELA

Identifican en Triacastela útiles paleolíticos con cuatro funciones diferentes

13 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El estudio de las piezas arqueológicas del yacimiento neandertal descubierto en el 2008 en Cova Eirós (Triacastela) por los investigadores del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño» está proporcionando importantes datos sobre la tecnología y el modo de vida de los antiguos habitantes de la montaña lucense. El análisis de estos materiales ha permitido identificar herramientas que fueron empleadas para cuatro funciones diferentes y en cuya fabricación se emplearon distintas estrategias técnicas propias del Paleolítico Medio.

Los resultados de esta investigación -realizada en su mayor parte por la arqueóloga Talía Lazuén- fueron publicados recientemente en la revista especializada Trabajos de prehistoria. Los análisis, por una parte, han identificado algunas de estas piezas como puntas de proyectil que sirvieron como armas de caza. Otras herramientas se emplearon para trabajos de carnicería, es decir, para despiezar los animales que consumían estos homínidos. Otra parte del utillaje se empleó para cortar y tallar madera, posiblemente para fabricar los mangos o hastiles de las armas de caza. Por último, otros artefactos se dedicaron a preparar pieles secas de animales que supuestamente sirvieron para confeccionar vestimentas.

El análisis fue realizado sobre una serie de artefactos encontrados en un nivel arqueológico que los investigadores etiquetaron con el número 3. Una datación realizada ya hace tiempo con la técnica de la termoluminiscencia del cuarzo indicó que estos materiales tienen una antigüedad de en torno a 84.000 años.

Selección de materiales

Para el estudio se seleccionaron las piezas mejor conservadas que se encontraron en la excavación realizada en este yacimiento en el 2008. Desde entonces se llevaron a cabo otras tres campañas en las que se desenterraron muchos otros artefactos. Talía Lazuén no descarta la posibilidad de que en algunos de ellos se localicen huellas de otros usos diferentes de los ya descubiertos, como por ejemplo la preparación de vegetales no leñosos.