A la espera de más hallazgos que pueden rebasar los 84.000 años de antigüedad

La Voz

TRIACASTELA

11 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A la vez que se amplia el área de excavación, el equipo arqueológico de Cova Eirós seguirá profundizando este año en el subsuelo de la cueva en la zona donde se descubrió -en el verano del 2008- el yacimiento neandertal más importante de Galicia, con la intención de retroceder cada vez más en el tiempo.

Las dataciones realizadas con el método de la termoluminiscencia del cuarzo u OSL asignaron una antigüedad de unos 84.000 años a las primeras muestras de industria neandertal encontradas en esta parte del yacimiento. Los investigadores continuaron excavando después en la misma zona y extrajeron nuevos materiales cuya antigüedad se desconoce por ahora, pero que se espera averiguar pronto. Los análisis radiométricos que se han efectuado en este nivel más profundo todavía están en marcha y los resultados se sabrán seguramente esta primavera. «Estas herramientas tienen un aspecto más primitivo que las anteriores y teóricamente deben rebasar los 84.000 años, pero de momento no podemos decir si sobrepasan mucho o poco esa etapa cronológica», apunta Arturo de Lombera.

Dos metros de sedimento

Los artefactos de origen neandertal más antiguos que se han desenterrado hasta la fecha en la cueva podrían tener en torno a 90.000 o 100.000 años, pero los investigadores abrigan la esperanza de encontrar más adelante muestras de otros períodos todavía más antiguos.

Los sondeos con georradar realizados hace algún tiempo indicaron que el suelo de tierra de la gruta tiene un grosor de cerca de tres metros, de los que hasta ahora solo se ha excavado en torno a un metro. Si los otros dos metros de sedimento que falta por estudiar son igualmente ricos en materiales arqueológicos, cabría incluso la posibilidad de encontrar huellas de poblamientos anteriores al Paleolítico Medio, un período que comenzó hace unos 130.000 años. En tal caso se habría retrocedido hasta el Paleolítico Inferior y el yacimiento de Cova Eirós ya no contaría solo con rastros de dos especies humanas, sino de tres, incluyendo así al Homo heidelbergensis, el predecesor de los neandertales. Pero para comprobarlo habrá que realizar probablemente varias campañas más.