Récord de sarrianos en Senegal: «Construimos unha escola para os nenos abandonados»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

SARRIA

Momento de uno de los talleres con los niños del poblado
Momento de uno de los talleres con los niños del poblado CEDIDA

La ONG de Sarria Hospitaleros Sin Fronteras llevó este mes más voluntarios que nunca hasta el poblado con el que colabora

16 feb 2023 . Actualizado a las 18:29 h.

Casi una treintena de sarrianos decidieron hace unos días empaquetar su vida de un mes en una mochila y partir hacia el poblado de Malicounda, en Senegal. Es allí donde la ONG de Sarria Hospitaleros sin Fronteras desarrolla su actividad desde el 2015. La ayuda hacia los niños de esta comunidad no dejó de crecer y este 2023 batieron récord de voluntarios. «Tivemos que pechar a cota porque non había aloxamento alí para máis», asegura Miguel Ángel Rodríguez, uno de los voluntarios que partirá este viernes.

La organización fue fundada por Marta Cortiñas y Jose Mejías, gerentes del albergue A Pedra, después de viajar a África y ver las condiciones en las que vivían los niños talibés. Son aquellos pequeños abandonados por sus padres. Desde hace ocho años, cada año se trasladan hasta Senegal para llevar donaciones y ayuda, pero estas aportaciones fueron creciendo hasta conseguir uno de sus máximos objetivos este año.

Construir una escuela

La ONG lleva tiempo trabajando en una casa de acogida para los niños talibés y este mes se centrarán en terminarla. «Enviáronnos fotos de que estaban pintando a casa, precisamente un pintor de Sarria que foi de voluntario», explica Rodríguez. Esta «escuela-taller» contará con una parte dedicada a la formación de los niños. Primero se les impartirán conocimientos básicos como leer, escribir o matemáticas, y después tendrán talleres de algún oficio que les abran las puertas para alguna opción laboral. Además, también construyeron una sala con cocina para que una vez al día les puedan dar comida a los niños. «Máis adiante estamos pensando en facer algo para que teñan onde durmir». La posibilidad de tener una educación, cambia por completo el destino de estos niños, abocados a vivir toda su vida mendigando.

La siguiente fase después de las obras es intentar buscar a formadores y gente de Senegal para que pueda atenderlos. En Malicounda, Hospitaleros Sin Fronteras colabora con voluntarios locales que dan clases de español y francés dos veces a la semana. A cambio les dan alimento. Hasta el poblado senegalés llegan comida, juguetes o materiales desde Sarria, incluida el agua de Fontecelta.

Además de trabajar en la casa de acogida, los voluntarios que están ahora en Senegal reparten desayunos para todos los niños del barrio y material escolar. También hacen actividades con ellos y, como algunos son médicos o enfermeros, atienden a los niños con problemas como otitis o infecciones. «Aquí son cousas leves, pero para eles é moito».

La gran cantidad de voluntarios hizo que este año se dividieran en dos grupos. Algunos ya llevan un par de días y otros, como Rodríguez, viajan este viernes. En total, están un mes en el poblado. «Foi algo progresivo, co paso do tempo os que foron querían repetir e iso fixo que máis xente se quixera apuntar», explica Rodríguez. Además, muchos de los colaboradores tienen albergue y negocios en el Camino, de donde sacan la mayoría de la financiación a través de donaciones, por lo que muchos peregrinos se interesan por la iniciativa. De hecho, este año unos pocos voluntarios son de distintos puntos de España.

Para Miguel Ángel, este año será la sexta vez: «Como a primeira non hai nada, é a máis dura, moi agridoce». Enfrentarse a las inhumanas condiciones en las que viven los talibés es difícil. «É un cambio total de mundo». Aun así, prácticamente todos los que probaron de voluntarios quisieron volver.

A partir del primer choque de realidad, no pueden dejar de pensar el resto del año en cómo ayudar a mejorar la vida de los niños. «O seu sorriso acaba sendo o máis acolledor do mundo», resume Rodríguez.