El Miño en Lugo continúa en alerta por las fuertes lluvias de Fin de Año

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

SARRIA

El agua bajó varios metros aunque muchos prados continúan anegados. Vecinos y operarios trabajan para limpiar sus viviendas y las vías de la provincia

03 ene 2023 . Actualizado a las 19:04 h.

Después de la tormenta llegó la calma. La provincia de Lugo vivió el primer día del año una jornada de lluvias que hacía mucho que no se recordaba. Las intensas precipitaciones dejaron un reguero de incidencias que incluso este martes todavía se dejaban notar, aunque el agua ya bajó varios metros y el sol facilitó los labores de reparación. 

Este domingo, los ríos Rato y Sarria se desbordaron de su capacidad provocando inundaciones en varios concellos. En la ciudad de Lugo, el Miño estuvo en prealerta, así como en Begonte, en Cela y en O Páramo, y el Rato sigue mostrando un caudal mucho mayor que el usual. De hecho, la Diputación está trabajando en la reparación del paseo del río Rato, donde se produjeron daños en el tramo que va desde el Centro de Interpretación Terras do Miño hasta el enlace con la carretera de A Fonsagrada, en San Eufrasio. Este martes, el río que atraviesa Lugo todavía no recuperaba la normalidad y se encuentra en nivel de «activación», según la Confederación Hidrográfica.

El mayor nivel de precipitaciones se alcanzó durante la tarde, entrada la noche la situación mejoró y este lunes la provincia se despertó con varios metros menos de agua. 

Según Meteogalicia, desde las 13.00 hasta las 21.30 horas del 1 de enero, en lugares como Míllara, en Pantón, se registraron hasta 98,8 litros por metro cuadrado, o en San Fiz, Chantada, 94. El siguiente lugar más afectado fue Sarria, con 80,8 litros por metro cuadrado. Y en la ciudad de Lugo cayeron 64,5. 

Carreteras afectadas

Durante el domingo, varias carreteras secundarias quedaron totalmente anegadas, impidiendo la circulación. Algunas continuaban cortadas por desperfectos, material sin retirar e incluso daños graves. Concretamente en el concello de O Corgo, en vía que conecta la localidad de Maceda con el corredor, la LU-P-1611, se temió por el desprendimiento del asfalto. Tráfico se tuvo que desplazar hasta el lugar para cortar un tramo de la carretera bajo el que discurre el río. Se abrió un socavón de un metro que repará la Diputación, como titular de la vía. Por el momento, según el alcalde de O Corgo, el puente está estable.

En Baleira, la carretera que une A Lastro con Freixo, en A Fonsagrada, la LU-P-0408, sufrió daños estructuras en un puente, en el kilómetro 3,3. La continuación de esta vía, la LU-P-0508, también está afectada. Ambas se cortaron a última hora de la tarde.

En el sur de la provincia, en Chantada, está cortado el tráfico en la LU-P-1801 en el punto kilométrico siete, y en Carballedo, en el punto kilométrico 20. Se desprendieron tierras que derrumbaron los márgenes de la vía.

En A Terra Chá, continúa cortada al tráfico la LU-P-1706, que conecta Castro de Rei y Cospeito. Concretamente en el tramo de Pontello dos Lobos por un hundimiento, aunque este tramo se vio dañado en las lluvias del pasado 23 de diciembre. 

En numerosos concellos de la provincia, equipos municipales y provinciales, policiales o los bomberos, continúan trabajando para retirar árboles, tierra o material caído a las carreteras. «Hai moito que limpar, pero as carreteras xa están ben», aseguró el alcalde de Láncara, Darío Piñeiro. Precisamente en este municipio, algunos núcleos quedaron completamente anegados, siendo imposible su acceso. Este domingo, una parte de los prados y los cultivos todavía seguían cubiertos de agua: «Durante a mañá baixou sobre un metro e xa non hai problema nos viarios de acceso ás aldeas».

«Hoxe non podo abrir o restaurante»

El agua llegó incluso a garajes, viviendas y locales, que este lunes seguían sacando agua y limpiando los desperfectos. Uno de los afectados fue el Hotel Roma, de Sarria, donde el agua entró hasta el comedor del restaurante. El negocio tuvo que cancelar sus reservas tanto el domingo como este lunes. «Temos moitísimo que limpiar e tamén que reparar», explicó el gerente. El sarriano tendrá que hacer una inversión de unos 40.000 euros para reparar la pintura y las máquinas estropeadas por el agua.