La residencia de mayores de Sarria: medicación errónea, baños averiados, techos rotos o sujeciones sin protocolo

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

SARRIA

La residencia de Sarria es de titularidad municipal
La residencia de Sarria es de titularidad municipal ALBERTO LÓPEZ

Un informe de inspección de la Consellería de Política Social detectó numerosas irregularidades en el centro municipal

24 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Política Social e Xuventude realizó el día 14 de noviembre una inspección de servicios sociales en la residencia de Sarria que releva una gestión con numerosas irregularidades. Desde medicación mal administrada, a habitaciones con techos rotos y cayéndose o falta de registros en asuntos como las caídas de los usuarios o las sujeciones. La inspectora dio diez días a los responsables de la residencia para enmendar los fallos. El plazo acaba este jueves.

INSTALACIONES

Baños averiados y techos rotos. La Consellería recoge que el estado de las instalaciones y el mobiliario no es adecuado, como ya constató en inspecciones desde el 2015. Registró baños con lámparas rotas, techos rotos así como uno con un agujero en el que emplean un cacharro de plástico para recoger el agua. Varios de los baños tienen un cartel de «servicio averiado». Además, ninguno de las habitaciones tiene timbre de llamada a las zonas comunes.

Habitaciones en las que cae la moldura del techo. En cuanto a las habitaciones de los usuarios hay enchufes en mal estado con cables al descubierto y la inspectora recoge una en la que la moldura del techo está cayendo a cachos por la humedad. También hay cortinas en mal estado, así como puertas y pasamanos o sillas.

MEDICACIÓN

Mala administración. La inspectora registró que la revisión de la hoja de medicación activa y de los pastilleros de alguna persona usuaria no coinciden.

FUNCIONAMIENTO

Sin atención individualizada. La residencia acredita tener Plans de Atención Individualizada para los usuarios que ingresaron antes del covid. Pero desde el 2018 no se acreditan las revisiones de los planes ni aquellos de las que ingresaron después de ese año. Por lo que no hay registro de qué atención individualizada se le está dando a una parte de los mayores, que tiene que realizarse el primer mes y tener una revisión periódica.

Sujeción fuera del protocolo. De la muestra de las medidas de sujeción de los usuarios, la inspectora constató que no se está de acuerdo con el protocolo de inspección ni tampoco datos, como la prescripción médica obligatoria o el consentimiento.

Sin inventario. No hay expediente individual con el inventario de pertenencias firmado por el usuario o su representante legal.

Sin actividad. No constan registros de seguimiento y participación en las actividades para lograr objetivos. La Xunta recoge que es una atención básicamente asistencial. Los usuarios están sentados en las salas sin realizar ningún tipo de actividad.

REGISTROS

Comunicación de las caídas. La residencia no tiene un registro general de las caídas que se producen en el centro. Sí tienen un protocolo con e lugar, fecha, hora y circunstancias, pero no apuntan las medidas preventivas y adoptadas así como la comunicación a la familia indicando día y hora de cuando lo trasladan. Tampoco hay un registro del protocolo de los cambios posturales ni de la inspección de las curas realizadas a los usuarios que presentan úlceras.

Hay un usuario más de la capacidad máxima autorizada

En el documento de inicio de la actividad de la Residencia de Persoas Maiores Nosa Señora do Carme se autoriza al centro con una capacidad de 91 plazas. Sin embargo, el centro tiene un usuario más del permitido, 92, tal y como recoge el acta de inspección de la Consellería de Política Social. Además, esta información de la ocupación del centro ni siquiera está actualizada en el Rexistro Único de Entidades Prestadoras de Servizos Sociais, así como el personal. De los 92 usuarios del centro, 64 se tratan de personas dependientes y otros 38 son usuarios autónomos. La inspectora de la Xunta requirió al centro que no se den de alta nuevas personas hasta regularizar la ocupación del centro.

Falta personal

La información sobre el personal de la residencia tampoco está actualizada en el registro. Lo que constató la inspección es la falta de una persona contratada que asuma las tareas de dirección y coordinación, ya que Escontrela solo es el representante político, además de un profesional de enfermería 24 horas, una falta que llevan denunciando trabajadores y usuarios desde hace meses. Los centro con más de 40 plazas asistidas deben contar con una enfermera 24 horas. Sin embargo, en Sarria cuenta con dos profesionales a jornada completa. Aun así, la inspectora registró que una de ellas también trabaja en el HULA, por lo que tiene que ausentarse de su turno al final o al inicio de su horario.

Además, la residencia tampoco cuenta con personal que realice las actuaciones de estimulación cognitiva. Estos profesionales son, como recoge la Xunta, necesarios para el correcto desarrollo de los servicios y de las actividades culturales, ocupacionales, creativas o participativas.

El centro se quedó sin dinero para pagar dos meses de sueldos

El Concello de Sarria celebra hoy su pleno mensual ordinario. Uno de los puntos es la aprobación de una aportación extraordinaria del Concello a la residencia de mayores municipal. Esta contribución se destinará a pagar los sueldos de los meses de noviembre y diciembre porque los responsables del centro agotaron la partida de nóminas. Ya no hay dinero para pagar los salarios de los más de 50 trabajadores de la residencia pública.

El presupuesto de la residencia de Sarria es un problema crónico que han heredado cada uno de los gobiernos locales sin ponerle solución. En el último mandado es Benjamín Escontrela, como concejal de Servicios Sociales, el encargado del centro, que dirige como responsable político junto a una «gobernanta». Además, hay una junta rectora de todos los concejales que tardó dos años en convocarse y tuvo ayer su última reunión. Precisamente en esta convocatoria se trató el problema económico y se quería hablar sobre el informe de la Xunta. Sin embargo, Benjamín Escontrela no acudió.

¿Culpa de Garrido o Escontrela?

La inspección de la Consellería no es el único informe reciente de la residencia. Este mes, Escontrela envió cinco escritos dirigidos al alcalde Claudio Garrido y a la técnica de empleo del Concello. En ellos expone diferentes circunstancias, como bajas sin cubrir, averías, retraso de pago a proveedores, horas extra... Para cada una de ellas pregunta qué se debe hacer. «Habló el señor alcalde de un modelo para si se tenía que hacer algo, nos podrían decir como es ese modelo», expone. Pero a estos escritos no respondió el alcalde sino el departamento de personal. Dice que las funciones de la residencia están delegadas en Escontrela y su organismo directivo, por lo que no es responsabilidad del alcalde ni de los empleados del Concello.