Condenado a casi dos años de cárcel un sarriano que pateó a su pareja al grito de «voute matar a ti e aos teus fillos»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

SARRIA

Sede de los juzgados en Lugo
Sede de los juzgados en Lugo ALBERTO LÓPEZ

La mujer fue víctima de maltrato habitual durante meses hasta que pudo denunciar. El procesado llegó a un acuerdo con la Fiscalía para reducir su pena

14 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Este martes, un vecino de la localidad lucense de Sarria llegó a un acuerdo con la Fiscalía de Lugo para reducir una pena de cárcel. El motivo de la condena fue el maltrato al que sometió a su pareja durante meses, a la que pateaba, insultaba y amenazaba de muerte. 

El hombre, de 42 años y cuyas iniciales son A. L. M., fue condenado por un delito de maltrato habitual y tres delitos de maltrato en el ámbito de la violencia de género. La pena que se pedía para él era de tres años y medio de prisión, según el escrito de acusación de la Fiscalía, pero el acuerdo ha hecho que ese castigo se haya rebajado hasta los 22 meses de cárcel y una indemnización para la víctima de 16.000 euros. Además, tendrá que cumplir una orden de alejamiento y contacto durante 10 años.

Según el escrito, el acusado agredió a su pareja en, al menos, tres ocasiones. En septiembre del 2018, «le propinó reiterados golpes con los puños en distintas partes del cuerpo, especialmente en el hombro izquierdo, debajo de la axila y en el costado». Un par de meses después, «la agarró fuertemente por los pelos, la llevó al baño, la sentó allí con él y le dijo que iba a estar las veinticuatro horas allí con él». A inicios del año siguiente, finalmente, «se puso encima de ella, la agarró del pelo y le dio reiteradas patadas con el pie en el estómago y en la cabeza».

Violencia verbal

La violencia, sin embargo, no era solamente física. Como relata el escrito de la Fiscalía, «el acusado, movido por el ánimo de menoscabar la dignidad de su pareja así como de constreñir su voluntad y libertad ambulatoria, la sometió a continuos insultos y acciones humillantes, sujetándola a un trato degradante, hostil y violento, llegando en múltiples ocasiones a empujarla y golpearla, profiriéndole de forma reiterada expresiones tales como “hija de puta, zorra, puta, vouche meter o codo na cabeza, vouvos sangrar como un cocho, vouvos matar a todos, vaste quedar sen fillos, me da igual ir ao cárcere”, controlando todos sus movimientos, impidiéndole usar el teléfono móvil (llegando a quemárselo) o tener cuentas en las redes sociales, no permitiéndole salir a la calle si no era con él...».

Todos estos episodios violentos hicieron que, «no soportando ya la situación en la que el acusado la había sumido y ante el temor de que atentara nuevamente contra su integridad física o psíquica o la de sus hijos», acudió a denunciar a su pareja.