La estación de Sarria lleva 6 meses sin personal y con expendedor automático

SARRIA

En la estación de Sarria no hay venta personal de billetes desde abril
En la estación de Sarria no hay venta personal de billetes desde abril Alberto López

Lugo y Monforte son las únicas estaciones con punto de atención

01 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las infraestructuras ferroviarias de la provincia que tenían cuentas pendientes, las siguen manteniendo. La compra presencial de los billetes de tren solo es posible en tres estaciones: Lugo, Monforte y Sarria. Y en este último caso no hay personal, sino que los viajeros disponen de un expendedor automático. Por el momento, no hay planes próximos para que la atención a los viajeros cambie.

Con el pretexto de la pandemia, en abril se cerró la única taquilla con atención al público que existía en Sarria. La estación sigue abierta con la opción de realizar la compra en la máquina de autoventa, que fue instalada en enero de este año. Este mecanismo solo admite tarjeta de crédito y no realiza todas las funciones que se podían llevar a cabo en taquilla, como la compra de trenes combinados o las tarjetas doradas. «Es un sucedáneo de la venta, no un punto de atención adecuado», así lo califica Santiago González, taquillero en Sarria que mantiene su plaza.

No es la primera vez que la estación de Sarria se queda sin venta presencial. En diciembre del 2019, Renfe tomó la decisión de cerrar las taquillas de Sarria, Burela, Viveiro, O Carballiño, Ribadavia, Guillarei y Redondela a partir del 31 de ese mes. En el caso de Sarria, el punto de venta ya llevaba cerrado desde el día 23 de diciembre por las vacaciones de los únicos dos trabajadores de la estación. Además, todavía no contaba con la máquina expendedora, por lo que la adquisición de billetes resultó complicada. Tras las numerosas quejas de las localidades afectadas, la empresa ferroviaria anunció la reapertura de todas las taquillas un mes después. La de Sarria permaneció en funcionamiento hasta el pasado abril.

Ante los planes de vaciar de personal la estación de Sarria, Renfe instaló en enero unas persianas controladas de forma remota desde León. De esta manera, se podría abrir por la mañana y cerrar por la noche el edificio sin necesidad de personal. Actualmente, este sistema no está en funcionamiento y al no haber empleados presenciales, la estación permanece abierta día y noche.

El resto de paradas por las que todavía circula el tren son Guitiriz, Céltigos, Rábade y Baamonde. En estos apeaderos no hay opción de compra. Los viajeros deben comprar el billete por teléfono, por una agencias de viajes o por Internet. En el caso de Láncara, la vía que había en A Pobra de San Xulián se cerró para desviar el trayecto a una estación nueva. El edificio, construido en el 2018, se encuentra en el territorio de O Páramo y no tiene uso para viajeros, por lo que no pasa ningún tren.

Los trenes de la provincia se encuentran al 50% de su operatividad

La limitada conectividad del territorio de Lugo empeoró desde el inicio de la pandemia. Renfe suprimió varias líneas que todavía no han vuelto a operar ni tienen una solución próxima. Actualmente, tan solo están en funcionamiento dos trenes regionales y un Alvia.

Por la estación de Sarria tan solo pasan actualmente tres ferrocarriles en cada sentido. Uno por la noche y otro por la mañana que son locales, más el tren en dirección Madrid-Chamartín. Antes de la pandemia, a la capital viajaban cuatro líneas en cada sentido, tres de ellas atravesaban Ourense y una se dirigía hacia León. Actualmente, solo queda una. Por otra parte, el servicio que viajaba hacia Barcelona también se suprimió. Renfe no ha vuelto a operar en esas líneas porque son tren-hotel y alegando que es difícil mantener el material en unas condiciones sanitarias adecuadas. A su vez, se suprimieron los enlaces del Alvia con los trenes regionales. En el ámbito local solo queda una línea hacia Ourense y otra hacia A Coruña. Las cifras de operatividad se encuentran en un 50%, según indica el taquillero de Sarria, Santiago González.

Además, los dos trenes que conectan con las localidades gallegas tienen trayectos de larga duración. Se tratan de vehículos que todavía no han sido electrificados, sino que funcionan por diésel, a diferencia del corredor atlántico.