La apertura del corredor dispara el tráfico entre Lugo y Monforte

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

SARRIA

ROI FERNANDEZ

Hay incrementos de hasta el 30% en los tramos más próximos a la ciudad del Cabe

24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El corredor Monforte-Lugo lleva ya cerca de dos años terminado. Ha acortado de forma notable el tiempo de viaje entre la primera y la segunda ciudad de la provincia y ha hecho mucho más cómodo un recorrido que con la vieja LU-546 era una sucesión de travesías lentas y tramos peligrosos. Lo que todavía no se sabía eran las consecuencias prácticas de esa mejora, pero la Consellería de Infraestruturas acaba de hacer públicas las estadísticas de uso de su red de carreteras durante el 2016, el primer año completo que esa nueva carretera ha estado operativa con todos sus tramos al 100%. En esos doce meses, el tráfico que circula por ella se incrementó un 10% con respecto al 2015. La subida es especialmente notable en los tramos más próximos a Monforte, donde llega a superar el 30% en algunos puntos.

Los dos últimos tramos del corredor, el de Bóveda a Monforte y el de O Incio a Bóveda, fueron inaugurados en octubre y noviembre del 2015, respectivamente. De la parte del corredor más cercana a Monforte las estadísticas de aquel año incluyen datos muy parciales, pero aún así son válidos para establecer una comparación porque lo que miden estos informes estadísticos son medias diarias de circulación de vehículos.

La consellería mide el tráfico en el corredor Monforte-Lugo mediante puntos de control instalados en distintos tramos del recorrido, y el análisis de estas cifras demuestra que durante el 2016 el tráfico se intensificó en todos los tramos chequeados. Entre Lugo y Sarria, la parte de esta carretera que lleva más tiempo abierta, las subidas son generalizadas pero más discretas, en unos casos de entre el 8% y el 9% y en otros de algo más del 10%. En la circunvalación de Sarria ya se registran incrementos del 12,9% y del 18,6% en los dos puntos de muestreo sucesivos que tiene instalados la consellería.

Y a partir de ahí, los dispositivos que miden el número de coches en circulación registran subidas muy importantes, mayores a medida que la carretera se acerca a Monforte. El mayor es el que aparece en el último tramo, el que une los tres enlaces del corredor hacia el casco urbano de Monforte, que registra en el 2016 intensidades medias de tráfico superiores en un 31% a las medidas en el 2015.

Las estadísticas no revelan las razones de que el uso del corredor crezca de esta manera en su primer año de apertura completa. En todo caso, no hay muchas posibilidades. Parece evidente que una parte procede del tráfico fundamentalmente local que en el 2015 todavía recurría a la antigua LU-546. Está por ver si atrae también a conductores que viajan entre Lugo y Ourense y abandonan la N-540 por el nuevo corredor, un recorrido un poco más largo pero más cómodo por el trazado más suave de esta última carretera. Pero para comprobar si la mayor demanda del corredor se corresponde con un descenso del tráfico de la N-540, una vía de titularidad estatal, habrá que esperar a que el Ministerio de Fomento publique sus propias estadísticas del 2016, que todavía no están disponibles.

puntos de control 

Nueve dispositivos

La consellería mide el tráfico en el corredor Monforte-Lugo mediante dispositivos de control instalados en nueve puntos. Los hay a la altura de O Corgo, Maceda, A Pobra de San Xiao, Betote, Sarria, Falbán, Oural, Ribas Pequenas y Seoane