Desde el 1 de enero llovió 437 litros por metro cuadrado, 381 menos que en el 2016
18 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.¡Qué calor! Esta era la expresión más utilizada ayer en las conversaciones en las calles de Lugo y de buena parte de la provincia, especialmente en la zona centro y sur. Las temperaturas superaron en numerosos puntos los 35 grados, con sensaciones térmicas incluso cercanas a los 40 grados centígrados. Este tipo de registros, en la parte final de la primavera, son más habituales del verano. Por ejemplo, en el pasado julio y agosto se superaron en varias jornadas los 35 grados.
Ayer, a las cinco de la tarde, la estación de Meteogalicia en la ciudad, ubicada en el Campus, anotaba 35,6 grados de temperatura, con una media en la jornada de 33 grados, y eso que por la mañana la ciudad amaneció cubierta de nubes. En el cuadro adjunto se recogen las diferentes temperaturas que Meteogalicia registraba a las cinco de la tarde, y donde se puede apreciar diferencias de hasta 20 grados entre A Mariña y Ribeira Sacra.
Pero la sensación de calor, que según las previsiones seguirá durante los próximos días, lo que constata es la escasez de lluvias en lo que llevamos de año y que va camino de batir récords de falta de precipitaciones. Al menos, en lo que en este 2017 los litros por metro cuadrado que se registraron en la capital lucense fueron 437, mientras que en el mismo período del 2016 hubo 818, de los que casi un tercio habían sido en enero. De tal forma que desde el 1 de enero cayeron 381 litros por metro cuadrado menos que el pasado ejercicio. En enero, con 32 litros; en abril con 14; y este junio, con 10, han sido los meses con menos precipitaciones, que sumado al balance hídrico negativo del segundo semestre del 2016 puede dejar un panorama de sequía durante la próxima estación. Abril, un mes donde tradicionalmente se producen importantes lluvias, finalizó con un balance hídrico negativo.
Bajo caudal de ríos lucenses
En la actualidad, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil tiene la prealerta activada por sequía, y recoge valores bajos de caudal en ríos como el Neira, a su paso por O Páramo, el río Sarria en Láncara, el Parga en Guitiriz, el Azúmara en Castro de Rei o el Narla en Friol. Del resto de ríos de la cuenca señala que están en valores normales.