«Pirata», un perro torturado, tendrá una segunda oportunidad en Sarria

Laura López Lugo / La Voz

SARRIA

«Pirata», después de ser operado el verano pasado
«Pirata», después de ser operado el verano pasado

07 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pirata, un perro maltratado, tenía todas las papeletas para morir abandonado en Duancos (Castro de Rei), pero gracias a una cadena de solidaridad enlazada a través de las redes sociales, tendrá una segunda oportunidad. Su nueva vida empieza ahora en Sarria, donde ha sido adoptado por Anxo García.

Pirata fue encontrado el verano pasado sin microchip, malherido -probablemente después de un atropello-, deshidratado, infestado de pulgas y garrapatas y con signos de haber sido maltratado. De hecho, portaba un collar cerrado con grandes tornillos que se le incrustaba en su propia piel, junto a la garganta, mediante una bola. Fue operado de urgencia y gracias a la labor de las activistas Rocío Rivas y Cristina Irina, y de los donativos recaudados a través de las redes sociales, se pudo costear todo el tratamiento y poner al animal a buen recaudo.

Tras su larga recuperación, fue puesto en adopción el pasado día 20, y Anxo García, empresario de Sarria, fue el elegido para darle un nuevo hogar a Pirata. El motivo de esta adopción es tan curioso como emotivo.

Un sueño hecho realidad

García cuenta que tuvo un sueño con un dingo, un perro salvaje: «Soñei que o encontraba nunha praia e traíao para a casa», recuerda. A los pocos días, se topó en Facebook con la historia de Pirata: «Curiosamente parécese ao can co que soñei; é un pastor australiano, que é unha raza que procede da mestura que se fixo entre o dálmata e a fusión de dingo e pastor belga», cuenta. Así que decidió llamar para interesarse por el animal. «Cando nos coñecemos foi amor a primeira vista, é un can encantador», explica.

De su convalecencia, Anxo García explica que a Pirata apenas le quedaron secuelas: «Xa corre, aínda que este é un can moi tranquilo, iso si; por iso é apto para vivir nun piso, e ademais está moi ben acostumado», relata el sarriano. En su nuevo hogar contará también con una compañera, una pequinesa de 12 años de edad.

Anxo García es un amante de los perros, aunque reconoce que esta es la primera vez que adopta a uno: «Aínda que unha vez apareceunos tirado no almacén un mestizo de pastor alemán e tamén o acollemos».