El acueducto del Monasterio de Samos, en riesgo de ruina por una capa de maleza

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SAMOS / LA VOZ

SAMOS

u.c.

La falta de comunicación entre el Concello y los monjes paralizó su limpieza

18 sep 2021 . Actualizado a las 16:16 h.

El núcleo urbano de Samos conquista a turistas y peregrinos por el majestuoso monasterio benedictino. El entorno, por el que discurre un río favorece el entorno idílico, pero una de las construcciones históricas está amenazado por el descuido. Pegado al monasterio se conserva la estructura original del acueducto, pero una gran capa de maleza amenaza con que su estado sea de ruina. La falta de comunicación y entendimiento entre el Concello y los monjes provocó el descuido de este elemento histórico.

Vecinos de Samos se quejaron de que el acueducto lleva años sin acondicionarse y actualmente ha llegado un punto en el que árboles caídos, hiedras y un gran matorral tapan una parte de la estructura. El peso sobre la antigua piedra hace que peligre la construcción y la muestran en estado de casi ruina. El acueducto fue construido al mismo tiempo que el monasterio porque era el único recurso de los monjes para llevar agua dentro del edificio. Provenía de un manantial próximo y la empleaban para todas las tareas básica de la vida diaria, desde el aseo hasta las oraciones.

La estructura actual está dividida en dos partes. Una es la original, la que sigue levantada encima del río y llena de maleza, y la otra fue una réplica reconstruida en el 2004 por la Dirección Xeral de Patrimonio, de cuyo mantenimiento se encarga del Concello y está en perfecto estado.

Estado del acueducto cuando estaba limpio y acondicionado
Estado del acueducto cuando estaba limpio y acondicionado ALBERTO LOPEZ

El alcalde de Samos, Julio Gallego, declaró que «a parte do acueduto pegada ao mosteiro é responsabilidade deste», por lo que el organismo municipal no se encargó de limpiarlo. Sin embargo, hicieron una solicitud a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para que se encargara del acondicionamiento, «pero non obtivemos resposta algunha». Por tanto, Gallego alega que no se pueden arriesgar a manipular elementos del río sin la autorización de la CHMS porque podrían multarles.

Desde el Monasterio, sin embargo, declaran que no sabían que tenían que responsabilizarse del acueducto porque «el anterior alcalde siempre se había encargado de la limpieza de toda la superficie del río, sin distinguir». Aunque afirman que, al estar pegado al edificio, esa parte del acueducto es de su propiedad. «Antes nunca hubo este tipo de problemas, pero ahora los servicios del Concello cortan y acondicionan solo una parte», afirman. De hecho, relatan que hace un año quisieron cortar las hiedras que trepan por la fachada del Monasterio que da el río, pero la Confederación negó la actuación. «También lo solicitamos al Concello, pero no nos contestó»

Al saber que el gobierno local no se va a hacer cargo de su mantenimiento del acueducto, los religiosos sostienen que se encargarán ellos de hacerlo. Defienden que no es «desidia ni abandono», sino desconocimiento. «Hay muchas cosas que arreglar en el Monasterio y nos resulta difícil porque cada vez somos menos», añadieron.