El monasterio de Samos recupera el pulso y recibe a nuevos monjes

Carlos Cortés
carlos cortés SARRIA / LA VOZ

SAMOS

ALBERTO LÓPEZ

La comunidad benedictina local pasará de los ocho integrantes actuales a once

04 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El monasterio de Samos no es ajeno a la crisis de vocaciones que afecta a toda la Iglesia católica, sobre todo en Europa. Pero el convento habitado más antiguo de España se prepara para recibir nuevas incorporaciones. La primera llega la semana que viene procedente de México. Las otras dos se esperan para este verano.

No hace tanto que en Samos vivían una veintena de monjes benedictinos, pero ahora son muchos menos. Este enorme edificio cuyos orígenes se remontan al siglo VI da albergue en este momento a siete frailes y a un novicio. La nueva incorporación llegará el lunes. Se trata de un fraile mexicano que también es sacerdote y que hasta ahora residía en el colegio de Puerto Rico dirigido por la orden benedicitina y que orgánicamente es una filial del monasterio de Samos.

La lista de monjes crecerá de nuevo este verano cuando tome posesión de los hábitos el novicio que se está preparando en este momento. Y la lista de residentes en el monasterio se incrementará también este verano con la llegada de dos novicios que se proponen realizar en Samos su formación como monjes. En caso de apuro, en Samos podrían recurrir además a los cuatro monjes que tienen en su filial de Puerto Rico. Y a eso hay que añadirle los tres monjes que en estos momentos están fuera de Samos exclaustrados, en una especia de apartamiento sabático temporal. Uno de estos últimos es el anterior prior.

En cualquier caso, las nuevas incorporaciones harán crecer el censo de habitantes de esta vieja abadía, desde los ocho actuales a once.

Gerardo Ibarra es prior de Samos desde que sustituyó hace unos años a José Luis Abad. De origen puertorriqueño, Ibarra ve el futuro de este convento con optimismo. «La falta de vocaciones provoca problemas en todos los monasterios -concede-, pero yo diría que nosotros estamos mejor que muchos otros».

Ibarra admite haber oído, y leído en alguna publicación de Internet, rumores que insinúan o directamente anuncian la posibilidad de que el monasterio de Samos esté cerca del cierre. Lo niega de forma contundente.

«Dentro de la sequía vocacional que hay en España, lo cierto es que el monasterio de Samos crece», afirma. El prior es consciente del simbolismo que encierra Samos por su antigüedad y por el peso de su historia, y también por la visibilidad que le da estar enclavado en la ruta más popular del Camino de Santiago.

El convento dominico de Viveiro sigue cerrado en la actualidad

El monasterio dominico de Valdeflores, en Viveiro, sigue cerrado tras la marcha de las religiosas que residían en él. En este momento en la ciudad del Landro se recogen firmas por parte de la Cofradía de Valdeflores, para solicitar a la orden dominica que trate de dar vida de nuevo a este viejo convento, en cuyo interior se guarda la imagen de la Virgen de Valdeflores, muy venerada en este municipio de A Mariña.

Las religiosas que vivían en Valdeflores se marcharon al convento dominico situado en Cangas del Narcea, en Asturias. Las desavenencias internas entre las religiosas de más edad y algunas más jóvenes acabó por hacer imposible la convivencia. La falta de religiosas, un problema común a prácticamente todas las órdenes, es la principal dificultad con la que se encuentra esta orden religiosa ahora para planificar la reapertura del monasterio.

Los daños de las riadas

Además el monasterio resultó muy afectado por las riadas que asolaron Viveiro a finales del pasado año en la zona de Xunqueira. La crecida de los ríos entró también en el convento anegando la planta baja y destrozando el portalón principal, que ya fue repuesto.

La orden dominica también decidió contratar a una empresa de limpieza para que se encargue de reparar en lo posible la situación en la que se encuentra el convento.

Albergue gratuito, hospedería interna y la actividad propia de una parroquia

El monasterio de Samos no es solo eso. Los benedictinos mantienen también abierto en el edificio un albergue gratuito para peregrinos, un hospedería interna fundamentalmente para frailes y familiares, así como una portería en la que se pueden comprar objetos relacionados con el convento y gestionar visitas. Los frailes de Samos son además los encargados de la parroquia que tiene su centro en la iglesia del monasterio.