Samos estudia cerrar su residencia de mayores porque no es capaz de mantenerla

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SAMOS

Óscar Cela

El Concello no puede asumir en solitario los 70.000 euros de coste y hará un intento a la desesperada con Xunta y Diputación

04 may 2016 . Actualizado a las 11:56 h.

El Concello lucense de Samos estudia cerrar la residencia municipal de ancianos porque no puede pagar los 70.000 euros al año que le cuesta mantener el centro. Es una de las pocas de este estilo que existen en Galicia, financiadas solo con fondos municipales. El alcalde socialista Julio Gallego decidió que bien sea la Xunta de Galicia, o la Diputación de Lugo tienen que prestarle ayuda económica o se verá abocado a cerrar el centro y dejar a los ancianos en la calle.

El motivo de pensar en esta medida tan drástica se debe a la imposibilidad de las arcas municipales para asumir los cerca de 70.000 euros anuales que cuesta el servicio. «O Centro de Maiores está sendo cofinanciado cos impostos que pagan todos os veciños nos últimos anos e a situación xa resulta insostible», manifestó el alcalde, Julio Gallego.

Las quejas del regidor son sencillas de explicar si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento que dirige cuenta con un presupuesto anual para hacer frente a todas las necesidades de los vecinos de poco más de un millón de euros, por lo que el coste de la residencia se lleva alrededor del 7% del presupuesto.

Julio Gallego ha llamado a las puertas de las administraciones autonómica y provincial y en ambos casos hicieron caso omiso a sus peticiones. «Despois de intentar que tanto Xunta como Deputación nos concertasen prazas para liberar ao Concello de tal gasto, a resposta foi negativa, a pesares de que se realizaron no centro todas as melloras e modificacións que solicitaron, polo que non se entende a despreocupación que hai en manter as residencias actuais, e logo falan da creación doutras novas».

El regidor no se resigna a recibir una negativa como respuesta y por lo tanto dice que volverá a apelar a la sensibilidad de los gobiernos gallego y lucense. «Imos a pedir de novo financiamento ás administracións e de non obtelo estudaríamos de maneira definitiva se o centro é viable, pois o que pagan os residentes non chega para sostelo e levamos perdendo cartos desde hai anos e os veciños non teñen por que mantelo», dijo Julio Gallego.

Residencia atípica

El complejo está compuesto por una residencia y un apartamento tutelado que ofertan a los residentes -la mayoría naturales de la localidad, pero también de ayuntamientos limítrofes- 24 plazas, de las que están cubiertas cerca de la veintena. «Aínda que o aforo estivera completo non nos chegarían os cartos nin con moito para cubrir os gastos, debido esencialmente a que a maioría de residentes perciben pagas moi pequenas, das que só se pode cobrar unha porcentaxe por lei», explicó Julio Gallego.

La plantilla es habitualmente de seis personas, a los que hay que sumar las bajas que se cubren cuando alguno de los trabajadores está de vacaciones o causa baja por algún motivo.

La responsabilidad de asumir los costes de este centro no debería de corresponder al Concello, según explica Julio Gallego: «Os servizos sociais de Galicia considero que son responsabilidade da Xunta e polo tanto tería que ser a Administración autonómica a que dera unha rápida solución a este problema» afirma el regidor.

El edificio de la residencia iba a ser destinado al nuevo cuartel de la Guardia Civil, proyecto que no prosperó. Luego iba a dedicarse a viviendas sociales y tampoco fue posible y, finalmente, hace una década, se transformó en centro para mayores. El cambio de uso obligó al Concello a hacer modificaciones en la obra.