Se vende coche fúnebre con dos siglos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

RIOTORTO

Carlos Castro

Sus actuales propietarios, en Riotorto, lo compraron en una feria en Francia hace más de un año

01 jul 2018 . Actualizado a las 20:33 h.

Una tienda de antigüedades de Riotorto ha puesto a la venta un coche fúnebre, con más de dos siglos de existencia y que conserva todos las piezas originales, incluidas los cortinajes que en tiempos taparon los féretros, las ruedas y la manivela para transportarlo. El carromato es manual, diseñado para que tiren personas por él y no se le pueden enganchar caballos ni otros vehículos. Potes, el comercio, que lleva más de 25 años operando en el mercado, adquirió esta pieza en una feria del sector en la campiña francesa y antes que el vehículo fuera puesto a la venta, su propietario lo adquirió y lo cargó en su remolque, con destino a Lugo. En diciembre hizo un año que está en su almacén y aunque el matrimonio que regenta el establecimiento ha tenido varias ofertas para desprenderse de él, todavía no se han decidido a hacerlo.

«Lo tenemos un poco como reclamo -señaló una portavoz de la empresa- porque es una pieza única y que está muy bien conservada. Tiene hasta las telas originales. En cuanto encontremos otras pieza singulares parecida, posiblemente venderemos el coche, como hicimos con un Mercedes que tuvimos en el almacén o una moto con sidercar».

Carlos Castro

Entre quienes mostraron su interés en el coche para transportar ataúdes figuran varias funerarias que pensaron en este vehículo para exponer, a modo de decoración, en grandes espacios de tanatorios. Sin embargo, o bien el precio que ofrecían no fue el esperado por el actual propietario de la pieza, o realmente el anticuario no tiene interés alguno en desprenderse de ella. Lo suyo, según su mujer, fue un amor a primera vista. «Como le gusta tanto y está tan orgulloso de la pieza que compró -explicó la portavoz- quiere seguir enseñándola». El coche no llegó ni siquiera a la exposición francesa en la que iban a ponerlo a la venta, porque en cuanto lo vio, lo compró. No le hizo falta para convencerse de la adquisición interesarse antes por el origen ni por recopilar un poco de historia sobre cuándo fue usado o a quien perteneció con anterioridad. «Tenemos -comentó la portavoz de la familia- los detalles exclusivamente de la venta, no fuimos más allá, pero posiblemente sea una pieza del siglo XIX».

Los anticuarios reconocen que tuvieron otra oferta singular para comprar el coche, la de una mujer de Valencia que preguntó sobre la posibilidad de hacerse con el vehículo para transformarlo para poder usarlo en una comunión. No hubo trato.

El vehículo estuvo expuesto en una feria de anticuarios en A Pontenova y fue una de las atracciones de la muestra de ese año. Ahora andan circulando sus fotos por las redes sociales, a la espera de que alguien ofrezca un precio por esta antigüedad que convenza realmente a su propietario.