Una educadora lucense: «Se tivera un fillo levaríao a unha casa niño, non a unha escola infantil»

Lucía Blanco / M. C. LUGO / LA VOZ

RÁBADE

«Meu Ben»  abrió sus puertas en 2019, tras obtener la concesión en el año anterior, fue la primera casa nido de Rábade.
«Meu Ben» abrió sus puertas en 2019, tras obtener la concesión en el año anterior, fue la primera casa nido de Rábade. ALBERTO LÓPEZ

Las profesionales de este servicio reciben una ayuda anual de 19.600 euros

15 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta aprobó las concesiones para la puesta en marcha de 4 nuevas casas nido en la provincia de Lugo donde ya están funcionando otras 19. Castroverde, O Incio, Samos y Rábade, que ya cuenta con otro servicio de este tipo, son los concellos lucenses donde se inaugurarán en los próximos meses estos recursos de conciliación dirigidos a los municipios de menos de 5.000 habitantes. Esta sería la sexta convocatoria desde que se puso en marcha el programa en 2016 que pretende llegar a las 465 plazas para niños y niñas de 0 a 3 años y facilitar la conciliación laboral y familiar en el entorno rural.

Rábade, con una población de más de 1.500 habitantes y sin guardería, será el lugar donde abrirá las puertas «Vagalume». Natalia Sánchez será la que se pondrá al frente de este servicio, gratuito para los padres, ya que la Xunta es la que financia tanto los salarios de los trabajadores como la adaptación del inmueble con hasta 15.000 euros en concepto de inversión inicial y 19.600 de ayuda anual.

Trato individualizado

Natalia tiene 26 años, es educadora infantil y trabajó en una escuela pero el modelo de atención que allí se prestaba acabó por frustrarle ya que «por moito que intentes darlle un trato individualizado aos nenos non podes», cuenta. Cuando ella estudiaba, el primer servicio de atención a la infancia de la villa abría sus puertas. Aunque «nunca se me ocorreu que en Rábade podería haber dúas casas niño», conoció este tipo de servicios, a la vez que se dio cuenta de que en el concello «hai moita demanda». Algo que se confirmó en el momento de hacer el proyecto cuando «contaba 48 nenos entre os 3 meses e os 3 anos». Estas instalaciones ofrecen 5 plazas que deben ser ocupadas principalmente por vecinos empadronados en el municipio pero que también pueden acoger a niños y niñas de otras localidades cercanas en las que no cuenten con unos servicios similares.

La localización de las instalaciones también es muy importante para Natalia que va a inaugurar la nueva casa nido del concello en un local situado en el campo de la feria donde los niños «van poden xogar, o que dá máis posibilidades». El lugar se encuentra actualmente en obras, ya que tiene un plazo de dos meses para acreditar que el inmueble está debidamente acondicionado. «Vagalume» ofrecerá un horario de 8.00 a 16.00 horas «porque é o que mellor se adapta para os que teñen irmáns que van ao colexio».

Actividades lúdicas

Las instalaciones se dividirán por rincones y las actividades se van a basar en el juego, teniendo claro que «os nenos van aprendendo por imitación, van facer o que ti fagas». El modelo de atención en este tipo de servicios para la infancia es totalmente diferente al que ofrecen las guarderías. Pero esta educadora infantil lo tiene claro. «Se tivera un fillo levaríao a unha casa niño, non a unha escola infantil», reconoce.

«Meu Ben», la primera casa nido del concello

El concello de Rábade ya tiene en funcionamiento otra casa nido. Ana Baamonde es la educadora al frente de «Meu Ben» que abrió sus puertas en junio de 2019. Esta rabadense de 36 años llevaba 13 en el sector de las escuelas infantiles cuando conoció este modelo de atención a la infancia que llamó su atención sobre todo por el «trato personalizado» que lo caracteriza.

Después de adaptar su vivienda, que es donde cuida a los 5 niños de entre 3 meses y 3 años que atiende, comenzó a prestar el servicio que asegura que fue «moi positivo para o pobo porque non había un lugar de atención á infancia». Aunque afirma que en las guarderías los niños «están ben atendidos», ella defiende el modelo de las casas nido porque «respecta mellor as súas necesidades e ritmos, é máis persoal e respectuoso coa crianza». Esa cercanía en la atención y la división en pequeños grupos también jugó a su favor durante la crisis sanitaria porque reconoce que para las familias «o simple feito de traelos aquí dáballes máis seguridade que a escola, xa que creas un grupo burbulla».

De cara a septiembre, Ana solo tenía una plaza libre, que ya fue cubierta tras abrir la matrícula el pasado mes de junio. Por este motivo, que el concello cuente con otra casa nido es una muy buena noticia ya que «sempre hai nenos que quedan fóra», argumenta.