Sanidad Animal inspeccionó ayer el zoológico del Santo Anxo

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

RÁBADE

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La Xunta no confirmó ni desmintió que los animales muertos fueran arrojados al contenedor de basura

18 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Técnicos de Sanidad Animal de la Xunta inspeccionaron ayer el zoológico del Santo Anxo para comprobar la situación en la que se encontraban los animales, la mayoría aves, y efectuar un recuento de todos ellos. Fuentes de la Xunta señalaron que su presencia obedecía a realizar «constatacións e comprobacións» por encargo de la nueva dirección, de cara a plantear «unha estratexia de funcionamento do centro».

Según algunas fuentes, en el recinto del Santo Anxo ya no están todos los animales que había en las instalaciones antes de la destitución del director. Cabe recordar que semanas antes de que acudieran los técnicos de Sanidade Animal de la Xunta al centro de menores de Rábade, ya lo hicieron agentes de la Guardia Civil. Previamente a personarse en las dependencias de la Xunta comprobaron que el teléfono que figuraba en una tarjeta que circulaba entre los aficionados a las aves exóticas, y en la que se anunciaba la venta en Rábade de pavos reales, faisanes, anátidas y aves exóticas, estaba vinculada al Santo Anxo de Rábade.

Reportaje de la Benemérita

Los agentes del Instituto Armado efectuaron un reportaje de los animales que encontraron en el zoológico, que acompañaron a las diligencias presentadas en el Juzgado de Instrucción número uno.

El ex director del centro defendió públicamente la venta de animales en un centro de la Xunta en que el dinero que conseguían era para poder pagar la manutención de todas las especies. El zoológico, según insistió, formaba parte del proyecto educativo de la institución de menores, que se completaba con la granja de vacas de leche.

La Xunta no se pronunció

La Xunta no quiso pronunciarse ayer sobre el contenido de la denuncia pública de un vigilante de seguridad de la institución de menores. En ella daba cuenta de la amputación de las alas de las aves para que no escaparan y del uso de trampas en el recinto para evitar que entraran animales salvajes en la finca y mermaran el censo del Santo Anxo.

Según esta misma versión, que no desmintió la Xunta, los animales muertos eran arrojados al contenedor de la basura de Rábade, sin adoptar ninguna medida especial.

Las condiciones en las que funcionaba el zoológico y la venta de animales no son las únicas líneas de investigación que están abiertas. A nivel administrativo existe la constancia de un expediente en curso para aclarar otras actuaciones de un miembro del equipo del centro, uno de los vigilantes nocturnos de la Xunta, que tiene como finalidad comprobar algunos extremos como si en las grabaciones que efectuó dentro del recinto figuran menores. Las partes están citadas a declarar ante el instructor.