Ganaderos de Portomarín critican que una comunidad de montes no les da terreno

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

PORTOMARÍN

Terreno perteneciente al monte comunal de Vilaxuste.
Terreno perteneciente al monte comunal de Vilaxuste. CEDIDA

Comuneros de Vilaxuste acusan a la junta directiva de promover plantaciones de eucalipto

28 ene 2023 . Actualizado a las 11:13 h.

La falta de terreno que se dedicaría a pasto para la ganadería genera tensión en la comunidad de montes de la parroquia de Vilaxuste (Portomarín). Un grupo de miembros (unos diez, de los que siete tienen explotaciones de vacuno de leche) denuncia la actitud de la directiva, a la que acusa de realizar plantaciones de eucalipto con procedimientos que también censuran.

Los afectados llevan tiempo solicitando que se les den terrenos para usar como pastizales. Explican que a ese fin se podrían dedicar unas 400 hectáreas, que se repartirían entre los ganaderos según las necesidades de cada uno. Las cesiones se realizarían por diez años, tiempo máximo que puede pasar, advierten, sin que se consolide la propiedad. Con su propuesta, cada diez años iría rotando el terreno entre los interesados en explotarlo.

Pero afirman que la junta directiva rechaza sus pretensiones y además promueve una actividad forestal sin tener en cuenta la moratoria impulsada por la Xunta. Por otro lado, acusan a los responsables de dar a una parte de los comuneros derechos de superficie, que se podrían ceder a personas o a entidades ajenas a la entidad de la que forman parte.

Largo litigio

La situación no es nueva, pues no solo las tensiones empezaron hace años sino que se arrastra un largo proceso que ha llegado a los tribunales. Una sentencia del 2016 rechazaba la demanda de los comuneros críticos, pero admitiendo «serias dudas sobre el encaje legal de los derechos de superficie y de las plantaciones y cortas a título individual por posible contradicción con la propia naturaleza del monte comunal de carácter imprescriptible, indivisible e inalienable».

Los que rechazan la gestión de la directiva incluso pretenden que el monte comunal sea declarado en abandono por la Xunta, argumentando el incumplimiento de los preceptos legales. Si esa aspiración se lograse, el monte pasaría a ser incluido en el Banco de Terras, que depende de la Xunta.