La conflictiva comunidad de montes de Vilaxuste denuncia ahora el destrozo del campo de la fiesta

LA VOZ LUGO

PORTOMARÍN

CEDIDA

Hace dos años, dos comuneros denunciaron a otros 21 para apropiarse del monte. Ahora fueron denunciados por acabar con el cierre del campo de la fiesta

05 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En la mancomunidad de montes de Vilaxuste, en Portomarín, hay unos 30 comuneros y la conflictividad entre ellos se ha convertido en el pan de cada día. Los cambios en la directiva ya crearon grandes revuelos, se enfrentaron al tecor y también a la diputada del BNG en Lugo. No todo se queda fuera de casa sino que hace dos años, dos socios de la comunidad denunciaron a 21 comuneros y el pasado mes de diciembre fueron ellos los denunciados por destruir el cierre del campo de la fiesta. 

El último conflicto de esta parroquia tuvo lugar el 7 de diciembre, según consta en la denuncia interpuesta por varios de los comuneros de la directiva. Una empresa, en colaboración con unos vecinos, estaba realizando trabajos de acondicionamiento y cierre en el campo de la fiesta. De repente, llegaron cuatro vecinos con los que tenían conflicto, entre ellos los dos que habían puesto la denuncia en el 2020, uno de ellos exconcejal, y empezaron a arrancar los árboles. 

«Se encararon con el representante de la empresa y le exigieron en tono intimidatorio que se marchase del lugar y retirase los materiales, concretamente unas columnas de granito, amenazando con romperlas si las colocaba», relatan. Ante esa situación, la empresa optó por marcharse del lugar. Después, los denunciados arrancaron 189 árboles e impidieron la obra, que estaba presupuestada por unos 2.800 euros. 

Esta acción solo fue la última de las que ya estaban perpetrando, según la denuncia. Las obras en el campo da fiesta contaban con una ayuda de la Diputación y fueran aprobadas en asamblea general de la comunidad de montes, con 22 votos a favor y 8 en contra. «Los denunciados forman parte de un grupo que se opone a las obras y que han optado por tratar de imponer su voluntad por la vía de hecho», aseguran. En noviembre, ya habían exigido la paralización de los trabajos y amenazaron con deshacer el cierre, por lo que ya consta otra denuncia en la Guardia Civil. 

El 7 de diciembre volvieron a denunciar a dichos vecinos por un delito de amenazas condicionales, otro de coacciones y por daños en bienes comunales. 

Antecedentes

La comunidad de montes de Vilaxuste ya estuvo más veces en el punto de mira. El último, a través de la diputada del BNG Carmen Aira, que reclamó en el Parlamento que la Xunta corrija el «funcionamiento irregular». Acusaba a algunos comuneros de no vivir en la parroquia, a la directiva de tomar decisiones al margen de la asamblea o hacer negocios con las parcelas. Ante esta intervención, algunos comuneros explicaron que la comunidad fue elegida democráticamente en el 2012 y que antes, cuando estaba presidida por el antiguo concejal del BNG Germán Souto, no se llevaban al día las cuentas y la sociedad terminó con embargos. 

Dos años antes, también salió a la luz la denuncia de dos de los comuneros a otros 21 porque «no reunían los derechos para ser miembros del dominio» y pedían expulsarlos a todos de la agrupación. Finalmente la Audiencia Provincia rechazó su denuncia.