El centro de visitantes de Castromaior estará listo para este Xacobeo 2021

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

PORTOMARÍN

El Gobierno espera entregar antes de junio al Concello de Portomarín el edificio de interpretación del castro, situado al pie del Camino Francés

27 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque no lo parezca estamos en el Xacobeo 2021, con lo que si las circunstancias de la pandemia lo permiten, quizás este verano se puedan ver peregrinos por los caminos de Santiago. Los caminantes de la ruta francesa, a su paso por el municipio de Portomarín, podrán disfrutar este verano de una dotación cultural de primera magnitud.

El Ministerio de Transportes ejecuta, con cargo al programa del 1,5 % Cultural, las obras de un centro de visitantes para conocer uno de los yacimientos más espectaculares y, a la vez, menos conocidos de Galicia, el del castro de Castromaior, situado al pie del Camino Francés, cerca de Gonzar. La inversión destinada a realizar esta actuación por parte del Gobierno asciende a 243.746 euros y fue adjudicada hace más un año a la empresa Copcisa, que tiene de plazo hasta el próximo junio para tenerlo acabado.

«Hasta la última certificación emitida, la de enero, se lleva ejecutado un 20 %., pero en este mes de marzo se acaba la estructura de hormigón, que es el grueso de la obra, y solo quedarán remates pendientes, que en abril o, a lo sumo, mayo quieren dejar ejecutados», explican desde el Ministerio de Transportes.

Una vez que esté acabado, el centro de visitantes se entregará y mantendrá por parte del Ayuntamiento de Portomarín, que será el que defina el régimen de visitas. El alcalde, Juan Serrano, ya anunció hace unos meses que será un centro abierto a todas las personas que se acerquen hasta el castro. En principio no contará con personal, para reducir costes, y su finalidad es la de ofrecer información a los peregrinos y turistas sobre la importancia del yacimiento, que se encuentra unos metros colina arriba.

Pero además, el propio centro de visitantes —que se ejecuta después de que el Gobierno promoviese un concurso de ideas al que se presentaron destacados arquitectos— se plantea, además «de puerta e invitación al conocimiento y visita del Castro de Castromaior, como alto en el camino, como descanso para el peregrino, como atrio protegido del sol y de la lluvia. Una pieza inmersa en la atemporalidad del paisaje, entre el Camino de Santiago y el acceso al castro».

El proyecto contempla que el centro de visitantes — que ocupa en una parcela de 5.500 metros cuadrados próximo a Castromaior— cuente con un espacio de atrio para la recepción de turistas y peregrinos, dos salas de exposiciones y un área de arqueología. En la entrada está prevista la construcción de una pequeña sala en la que se proyectará un audiovisual explicativo sobre el castro. También tendrá una zona de aparcamiento, de acceso por un tramo antiguo de la carretera LU-633 que une Portomarín con el Alto do Hospital de la N-540.

Un yacimiento muy bien conservado y con una excelente panorámica

El castro de Castromaior, en la parroquia homónima de Portomarín, fue objeto en los últimos años de diversas excavaciones arqueológicas y trabajos de restauración. Según los investigadores, estuvo habitado durante un largo período, alrededor de seiscientos años. El yacimiento ocupa una extensión de casi cinco hectáreas, por lo que figura entre los yacimientos gallegos de este tipo que poseen un mayor tamaño.

Lo que hoy se puede comprobar es menos de un 20 % de la totalidad del yacimiento, pero lo suficiente para comprobar la importancia que tuvo en su momento. El castro, al igual que otros de la provincia, estuvo vinculado en la época romana a la explotación de auríferos.

Se sitúa en una suave loma que permite una vista panorámica del margen derecho del río Miño y de gran parte de la zona central de la provincia. Al no ser un terreno abrupto tuvieron que construirse múltiples elementos defensivos que le dan el carácter singular a este asentamiento. Un intrincado sistema de fosos, murallas, terraplenes y empalizadas rodean el acceso al poblado de casas de muros rectos y regulares agrupadas en barrios.

Está distribuido por un recinto principal, donde se concentraban las viviendas, y diferentes plataformas amuralladas situadas en su exterior. Según los expertos, las viviendas habituales que formaban en castro, estaban fabricadas en su inicio con vegetales, pero un incendio las calcinó y fueron reconstruidas con paredes de piedra. Actualmente, en el castro se conservan las zanjas y los agujeros donde se situaban los postes.

En este castro, desarrollado en la Edad de Hierro, fue habitado entre los siglos IV a.C y I d.C hasta por tres poblaciones de diferentes. De él destacan su grandes dimensiones, ya que cuenta con una superficie de aproximadamente cinco hectáreas, y su buen estado de conservación. Entre 2006 y 2010 fue el centro de trabajos arqueológicos con el fin de descubrir toda su estructura, logrando con ello que en el 2010 consiguiera el título de BIC.