Alquilan la Casa do Bispo para abrir un hotel de 6 habitaciones en Portomarín

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

PORTOMARÍN

PENOUCOS

Los gestores quieren arrancar en Semana Santa, con varias estrellas, para que sirva tanto a turistas como a peregrinos

15 nov 2016 . Actualizado a las 10:49 h.

La vivienda de Portomarín conocida popularmente como Casa do Bispo, Pazo de Berbetoros o Casa da Marquesa se convertirá en un hotel, destinado esencialmente a peregrinos, tras decidir el Obispado de Lugo cedérsela en alquiler a un empresario de la localidad, Xesús López.

La intención de los responsables del futuro establecimiento hostelero es convertirlo en un punto de referencia en el Camiño Francés. «É unha casa con moita historia e moi ben situada no camiño, polo que o seu destino non pode ser outro que transformarse nun hotel de varias estrelas que se converta pronto nunha referencia para peregrinos e turistas en Portomarín», manifestó Xesús López.

El establecimiento hostelero estará dotado con seis habitaciones y sus responsables ya están trabajando en las tareas destinadas a convertirlo en un local de hostelería. «Aínda que o estado de conservación non é malo precisa de moitos traballos e reformas para poñelo en perfectas condicións. Ademais de reformar o interior, tamén é necesario arranxar o xardín e varias cousas no anterior. A nosa idea e poder abrilo en Semana Santa», expresó Xesús López.

Algunos hosteleros lamentan que el alquiler del edificio no se sacara a concurso público

El hecho de que el Obispado no hubiera sacado el alquiler de la casa a concurso público originó un notable malestar entre algunos hosteleros. «Moita transparencia non houbo, polo que pódese sospeitar que houbo gato encerrado. Deberon de ofrecerlles a todos os hostaleiros a oportunidade de puxar polo aluguer», manifestó Manuel Fernández, responsable de uno de los albergues más grandes de la zona, O Ferramenteiro.

Miguel Rodríguez, con pensiones y negocios de restauración en varios lugares como Portomarín o Palas de Rei fue el más crítico con esta determinación. «É unha competencia desleal para os que pagamos impostos que a igrexa poida alugar este local polo que non paga nada a facenda pública. Tampouco ten moito xeito que se poida facer negocio cunha casa que foi restaurada fai uns anos cos cartos de todos».

No hubo trato de favor

Las críticas sobre un presunto trato de favor por parte del Obispado para concederle la casa en régimen de alquiler fueron rechazados de plano por el propio hostelero Xesús López. «É unha propiedade privada e polo tanto poderán alugarlla a quen queiran. Supoño que calquera persoa puido facer unha proposta como fixemos nós».

Xesús López destacó que el nuevo hotel generará tres empleos directos, lo que asegura que supone «unha boa nova para Portomarín». También manifestó que es positivo que es positivo que exista competencia entre los negocios dedicados a la atención a los peregrinos, ya que los clientes serán los mayores beneficiados.

Vivienda de nueva planta que conserva la solana y los escudos primitivosEl Obispado de Lugo rechaza trato de favor, porque lo arrendó al primero que se lo propuso

La Casa do Bispo tiene la misma antigüedad que el resto del pueblo nuevo de Portomarín. Su construcción comenzó en 1961 y es en su práctica totalidad de nueva planta. Los únicos elementos antiguos que conserva y que fueron transportados piedra a piedra del pueblo antiguo son la solana, completamente de piedra, y varios escudos. La vivienda sufrió su última rehabilitación en el año 2005 y nunca llegó a estar habitada habitualmente. El único obispo lucense que pasaba alguna temporada en ella, sobre todo en el verano era Monseñor Ona de Echave.

Desde el Obispado de Lugo explicaron que el caso de esta vivienda es el mismo que otras propiedades suyas que tienen alquiladas en localidades como Sober, Silleda, Paradela o Agolada. Manifestaron que es práctica habitual alquilar los inmuebles que no utilizan si alguien muestra interés por ellos.

En lo que compete al proceso para conceder el alquiler de cualquier bien, desde el Obispado aclararon que nunca lo sacan a concurso público. Lo habitual es que reciban una propuesta de las personas que estén interesados en comprar o adquirir la propiedad. Una vez estudiada la petición determinan si es pertinente o no aceptarla.