La mayor cercanía entre los miembros del pleno no se tradujo en que la sesión fuera más tranquila
18 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Portomarín experimentó una reforma integral con cambios tan notables como la instalación de un ascensor o el traslado del despacho del alcalde desde el primer piso al bajo. Una de las novedades fue la sustitución del lugar en el que se sentaban los miembros de la corporación durante los plenos. Antes había una presidencia que ocupaban el alcalde o alcaldesa correspondientes, el secretario y el teniente de alcalde, el equipo de gobierno a su derecha y los ediles de la oposición a la izquierda.
El nuevo ordenamiento, decidido por el regidor actual, Juan Serrano, optó por colocar a los diez miembros del pleno en igualdad de condiciones y para conseguirlo eligió una gran mesa redonda.
La nueva mesa se estrenó hace unas semanas para celebrar la junta local de seguridad, pero la corporación disfrutó ayer de ella por vez primera durante la celebración de un pleno ordinario.
Dudas iniciales
La novedad y el hecho de que no se habían repartido los puestos hizo vacilar a los ediles, tanto a los del gobierno como a los de la oposición, al igual que al secretario, cuyo destino inicial era situarse a la diestra del alcalde, pero terminó haciendo de barrera entre el último edil popular y el primero socialista.
En lo que compete al debate, la sesión del estreno de Juan Serrano y los concejales de la mesa redonda no fue diferente a las anteriores. El nuevo mobiliario no sirvió para suavizar tensiones entre el regidor y la portavoz socialista, Silvia Rodríguez, que mantienen las relaciones tan tirantes como antaño.
cambio de escenario en el concello de portomarín